Miguel Cobos (Peñalosa, 1956) fue elegido en junio del 2016 secretario regional de la Unión de Pequeños Agricultores (UPA), tras una amplia trayectoria en UPA Córdoba, donde relevó a José Luis Gutiérrez en el año 2010. Cobos analiza en esta entrevista algunas de las grandes preocupaciones del campo cordobés, desde la demanda de más regadío, a la reforma de la PAC o la falta de mano de obra en algunas zonas agrarias de la provincia.

-¿Cómo se presenta el nuevo año agrícola en Córdoba?

-Creo que será positivo. Es un año que, si empieza a llover ahora, en el mes de octubre, puede ser un buen ejercicio. Venimos de un buen año en cereales, en cítricos, aunque ha bajado el precio del aceite. Esperamos una buena campaña para el aceite, que ocupa el 50% del valor de la Producción Final Agraria (PFA). Hacen falta precipitaciones, se garantice la producción y haga que los cítricos también mejoren, pues no terminan de coger su color y tamaño hasta que no llueve. Se prevé una campaña similar en precios a la pasada, lo que garantiza cubrir costes y ganar dinero.

-¿Ve posibilidad de que se incremente la superficie de regadío en Córdoba?

-Estamos hablando mucho de nuevo regadío, pero no avanzamos nada. Llevamos casi dos años hablando de regadío, pero es simplemente humo y no tenemos absolutamente nada.

-El presidente de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir aseguraba hace unos días en CÓRDOBA que no hay posibilidad de incrementar nuevos regadíos salvo el Genil-Cabra...

-Creo que no hemos partido de algo concreto, se perdieron 228 hectómetros cúbicos y no podemos recuperarlos. Hay que avanzar en dos direcciones, porque hay compromisos escritos. Por un lado, seguir con la tercera fase de la zona del Genil-Cabra, que no está completada. El proyecto primitivo eran 40.000 hectáreas y hay 24.000. Si conseguimos 15.000 hectáreas nuevas de regadío es importante para la provincia. Por otro lado, si se consolida el riego del Guadajoz, que también cuenta con otros 30 hectómetros cúbicos, podría ser muy importante, porque serían unas 15.000 hectáreas, de 1.000 o 1.500 metros cúbicos por hectárea. Esos dos focos son los más importantes que se pueden conseguir. También lograr consolidar algunos regadíos en la zona de Fuente Palmera, como la comunidad de regantes de Salva García.

-¿Qué está faltando para que no se responda a la demanda, impulso político?

-Creo que no. Tenemos una cuenca que es deficitaria y estamos cogidos de pies y de manos. No somos capaces de proyectar nuevas infraestructuras. Hacen falta inversiones en infraestructuras hídricas. También son necesarios más pantanos, recrecido de los que tenemos, llenado de los actuales con el agua del Guadalquivir, como sucede con La Breña, que se sitúa al 31% cuando podría estar al 90%.

-¿Pero el coste energético hace rentable ese bombeo de agua desde el Guadalquivir?

-El agua tiene un gasto de energía para subirla, pero, cuando cae, genera también energía, aunque se pierde por el rozamiento. Mucha de la energía que se utiliza para subir el agua se recupera. El agua tiene un beneficio social. La Breña tiene una capacidad de 823 hectómetros cúbicos. Si se almacenan 400 hectómetros cúbicos adicionales a los que tienes se puede generar mucha riqueza.

-¿Córdoba y Andalucía deben estar preocupadas por la aparición de peste porcina en Europa?

-Viene provocada, en muchas ocasiones, por la fauna silvestre. No existe ningún tipo de control sanitario en el caso de los jabalíes. Hay que controlar la fauna silvestre porque siempre habrá algún contacto de la fauna silvestre con la ganadería y se va a producir esa contaminación. Por tanto, es necesario tomar medidas con esa fauna, tanto en jabalíes como en los ciervos con el vacuno.

-¿Estamos condenados a una reducción de la diversidad de cultivos y a una fuerte expansión de los cultivos leñosos?

-Sí. Vamos perdiendo un 10-15% de superficie de herbáceos. La Campiña se va a convertir en zona de almendros u olivar y, si tienes agua, olivar intensivo.

-A corto plazo, ¿lo que más preocupa es la reforma de la Política Agraria Común (PAC)?

-La PAC preocupa porque estamos viendo que quieren volver a aplicar tasas casi planas. El resto de comunidades autónomas quiere ese tipo de tasa y eso afectaría a Andalucía, que es la que recibe más fondos. Nos olvidamos de que la PAC surgió como una ayuda a la renta para los agricultores para mantener unos precios asequibles a los consumidores y producir productos sanos y saludables. ¿Quién necesitaba más ayuda para paliar la pérdida de renta? El que perdía más renta. El que producía 4.000 kilos y mantenía precios de hace 30 años está perdiendo más que el que producía 1.000 kilos. Por eso tenemos más ayuda, pues perdíamos más renta. En el olivar pasaba lo mismo, como producíamos más perdíamos más renta por los precios. Ahora hay un movimiento que se ha olvidado de eso.

-El ministro de Agricultura, Luis Planas, aseguraba en estas páginas hace unas semanas que la PAC era para las personas, no para los territorios...

-No estoy de acuerdo con este argumento. Estamos defendiendo los planes estratégicos a nivel autonómico, porque entendemos que un plan autonómico es la mejor forma de adaptar tu agricultura, que la conoces, tu generación de empleo. Se adaptaría mejor a Andalucía y se garantizaría el cheque de fondos europeos. La línea no va por por ahí y eso irá contra los intereses de Andalucía. La comunidad necesita o un plan estratégico a nivel europeo y no nacional, lo que evitaría la renacionalización y la diferenciación de la agricultura y los desequilibrios, o un plan andaluz para que no haya más trasvases territoriales o sectoriales. De esta manera evitaríamos que Andalucía vuelva a perder, como sucedió con la anterior reforma.

-¿Se olvidará de nuevo el olivar de sierra en la PAC, que tiene tanta importancia en la provincia de Córdoba?

-El olivar de sierra debe tener cabida. Cuando lleguemos a producir dos millones de toneladas de aceite, ese olivar no es sostenible por los altos costes y la caída de los precios que se puede producir. No puede aguantar producciones de dos millones de toneladas de aceite en España y otros dos en el resto del mundo. Hace falta una ayuda asociada para este tipo de olivar.

-¿Será necesario mano de obra en la nueva campaña o será puntual en algunos lugares muy concretos?

-Hace falta mano de obra en determinadas zonas y determinados momentos puntuales. Es necesario en la fresa de Huelva y los invernaderos de Almería y en Córdoba en algunos lugares, sobre todo en las comarcas que tienen producciones más bajas y métodos de recolección más trabajosos. Ese tipo de olivar, con pendientes del 30 o el 40 por ciento, es más trabajoso y exige más esfuerzo. En la Campiña y la mayor parte del olivar y los cítricos no hace falta mano de obra extranjera.