Varios empresarios denuncian la paralización que sufren los proyectos que pretenden poner en marcha debido a la inundabilidad del terreno en el que están y a los informes necesarios para poder acometer las obras. La situación no es nueva, ya que deriva de la modificación del Reglamento de Dominio Público Hidráulico que se produjo a final del 2016 y afecta a un tercio del núcleo urbano, que está en zona de flujo preferente, donde hay posibilidad de inundación de una vez cada cien años, o en inundable, donde la probabilidad es de una vez cada 500. Según la altura a la que puede llegar el agua y el grado de inundabilidad, los requisitos que hay que cumplir a la hora de ejecutar una obra varían.

Uno de los proyectos bloqueados es el del establecimiento comercial y hostelero que ocupará el número 2 de Ronda de Isasa, ubicado justo en la esquina de la Cruz del Rastro. El edificio, que tendrá planta baja más dos, albergará siete locales en su interior. El proyecto cuenta con un informe de la CHG desde octubre del 2018 pero aún no ha logrado la licencia de Urbanismo. El solar está en zona de flujo preferente y en zona inundable. La CHG, en el informe, considera la edificación «viable condicionada a la justificación de que no existe otra alternativa de ubicación» y de que «se asegure la accesibilidad en situación de emergencia»; y pide que se tomen medidas para reducir el riesgo, y que haga una declaración responsable asumiéndolo y la inscripción en el Registro que advierta de la inundabilidad.

Tras justificar el promotor lo que se le requería, la CHG emitió en diciembre otro informe volviendo a considerar la edificación «viable condicionada» a la justificación, esta vez por parte de Urbanismo, de que «el uso previsto no supone grandes aglomeraciones de población». El abogado Manuel Carrasco, del despacho Mora&Carrasco, relata que a partir de ahí se produce el atasco, ya que Urbanismo «no da por bueno el informe» y exige uno «favorable». Entonces empiezan un sinfín de conversaciones a todos los niveles tanto con la CHG, que afirma que ya informó, como con el organismo municipal. En un correo de este mes la CHG señala que ha avisado a Urbanismo de que las medidas que se adopten deben ser «supervisadas por el órgano competente en la materia urbanística».

El proyecto arrastra tres años y medio de trámites -aunque como antecedentes tiene otro del 2013 cuyo permiso caducó-, ya que tiene su origen en enero del 2017 y cuenta con una larga y compleja trayectoria al haber tres expedientes distintos, un primero de obra, un segundo de actividad para cada uno de sus siete locales y un tercero refundido. «Mi cliente está desesperado», asegura Carrasco, por lo que se están planteando hacer una reclamación de responsabilidad patrimonial por no dar la licencia. El abogado recuerda que hay mecanismos que permiten, una vez que se indemniza al perjudicado, a la administración ir contra el causante del daño. Carrasco estima que puede haber medio centenar de expedientes bloqueados por la inundabilidad.

Electrónica Caballero proyecta un bloque de ocho apartamentos en Miraflores pero lleva «con la licencia parada 38 meses» y «Urbanismo dice una cosa y la CHG otra, y nos tienen mareados», según afirma Leo Caballero, que asegura que no descartan «denunciar a Urbanismo y a la CHG, a quien haga falta».

El arquitecto Federico Gómez tiene entre sus clientes a una pareja de fuera de Córdoba, que abrió un pequeño hotel después de ocho años de trámites y que decidió construirse una casa pero lleva tres años esperando la licencia. La pareja, a través de un correo electrónico, le transmite su «frustración». «Estamos muy cansados, agotados, frustrados, enfadados… los años pasan y las necesidades cambian. No podemos seguir viviendo en el mañana, apostando por algo que parece que nunca vendrá», relatan. «Estamos profundamente decepcionados con esta ciudad por la que tanto hemos apostado, con su burocracia infinita», que los lleva «después de muchísima reflexión» y «con el corazón roto» a irse «para echar raíces en otra parte donde sea más fácil algo tan aparentemente sencillo como hacerte una casa o abrir un negocio». La pareja ha puesto en venta el hotel y el solar.

Esta situación no solo se está dando con iniciativas privadas. Mercacórdoba lleva desde el 2018 tramitando una modificación de PGOU para reordenar espacios que está atascada por lo mismo.

Urbanismo y la CHG han mantenido varias reuniones para intentar buscar una solución e incluso han anunciado avances considerables que desbloquearían la situación. El presidente de Urbanismo, Salvador Fuentes, explica que llevan trabajando desde final del año pasado para lograr «seguridad jurídica y no aplazar sine die licencias». En este sentido, indica que están intentando fijar un protocolo de actuación para aliviar las licencias en las tres áreas existentes. La idea es fijar unos criterios comunes de interpretación en la zona considerada de policía, que es la más próxima al río y la más conflictiva, y que no hagan falta informes de la CHG en la de flujo preferente e inundable, que es lo que acordaron en diciembre. Fuentes confía en que en un mes puedan agilizarse permisos en zonas de flujo preferente e inundables.