El radicalismo es una amenaza a la seguridad nacional y, en España, el foco más importante del radicalismo es el yihadismo. Estas han sido las principales conclusiones de la 2ª Cumbre de Córdoba de Seguridad ‘Radicalismo, extremismo violento y seguridad: cómo hacer frente desde la democracia’, celebrada este viernes la ciudad andaluza.

Dicho encuentro, organizado en colaboración con la Embajada de Estados Unidos en Madrid y el Instituto Español de Estudios Estratégicos (IEEE) del Ministerio de Defensa, ha contado con la participación de Lorenzo Vidino, director del Departamento de Extremismo de la George Washington University; el coronel José Pardo de Santayana, analista del IEEE; y el coronel (r) Emilio Sánchez de Rojas, miembro del Climate Change and Security Expert Group (United Nations Environment Programme).

“El radicalismo es una amenaza a la seguridad allí donde se traduce en actos concretos violentos y lo es igualmente al sembrar la semilla de la discordia y fomentar en las sociedades interpretaciones que empujan a las personas al odio y a actitudes destructivas”, ha asegurado el coronel Pardo de Santayana, que ha apuntado además que “en España el foco más importante del radicalismo es el yihadista”.

Por ello, ha señalado este analista del IEEE, “desde la perspectiva específicamente española es muy preocupante la actitud de Al Qaeda en los países vecinos del sur, especialmente en el Sahel”. Un fenómeno que entronca directamente con el concepto de extremismo violento, pero que no debe de hacer perder de vista la etapa previa: el radicalismo.

“Hay que combatir activamente el discurso, el relato y toda actividad que fomente una interpretación de la realidad presente y pasada que sirva para reforzar los fundamentos ideológicos del yihadismo”, ha apuntado Pardo de Santayana.

En este sentido, el coronel Emilio Sánchez de Rojas ha incidido en que “sería imprudente no vigilar estrechamente a los miembros de las corrientes del islamismo radical porque el salto a la violencia, el paso al terrorismo, se puede producir en cualquier momento”.

Este experto en Relaciones Internacionales ha recordado que “España es un objetivo primordial para todos los grupos islamistas terroristas, pero especialmente es un símbolo, ya que es el icono de la mayor pérdida territorial del islam, y la propaganda yihadista sobre la recuperación de Al Andalus ocupa un lugar destacado y permanente en su narrativa.”

Centrándose en el uso de la propaganda yihadista de Al Andalus, Sánchez de Rojas ha puesto el foco de atención en Córdoba, con su Califato, como referente de la etapa de mayor esplendor del Islam en la Península Ibérica y la Mezquita como símbolo de dicho esplendor.

En este sentido, ha señalado que “al tiempo que los islamistas violentos tienen como objetivo convertir la actual Mezquita-Catedral en una mezquita salafista, el autodenominado islam moderado pretende simplemente conseguirla por otros medios, fundamentalmente económicos”. Un rol en el que directamente ha señalado a los países del Golfo: “Algunos hablan de Qatar, otros hablan de Arabia Saudí, posiblemente ambos… Pero, en cualquier caso, el fin es el mismo: restituir la Catedral el culto exclusivo y excluyente del islamismo radical e intolerante”.

Un ejemplo, en su opinión, de cómo sembrar esa semilla de la discordia como primer paso hacia el conflicto. ¿Y cómo debe de actuarse ante estas estrategias? "Tolerancia cero. Cada concesión que se otorga es una señal de debilidad y supone un nuevo punto de partida para reforzar nuevas e insaciables reclamaciones”. Dicho en otras palabras: “La propaganda hay que neutralizarla en España y combatirla en el Sahel y otras regiones azotadas por el terrorismo islamista”.

Por su parte, Lorenzo Vidino ha contextualizado el yihadismo en Occidente, enfatizando que “es solo la punta del iceberg de un problema mucho mayor que es el islamismo salafista en todas sus dimensiones, aunque no sean violentas”. El director del Programa de Extremismo de la George Washington University ha asegurado que estas ideologías radicales “son una amenaza para la sociedad occidental, pues mantienen posiciones que atacan nuestros valores”.

En esta línea, ha llamado la atención sobre la actividad de países como “Qatar, Kuwait y Arabia Saudí, que financian la expansión de una ideología que va a ser muy problemática en un momento de cada vez mayor polarización social”.

Sobre el Instituto de Seguridad y Cultura

El Instituto de Seguridad y Cultura es una asociación sin ánimo de lucro que promueve la prevención del extremismo violento a través del análisis, el debate y la sensibilización. Dentro de sus actividades, esta entidad ha impulsado el programa “Democracia, Radicalismo y Sociedad Civil”, que tiene como objetivo promover el debate sobre cómo la sociedad civil puede tener un papel activo en la prevención del extremismo violento.

A través de conferencias, encuentros con expertos y publicaciones, el programa pretende aportar ideas, sugerencias y propuestas que contribuyan a la lucha contra la radicalización. Las democracias occidentales se enfrentan al gran desafío de poner en valor las instituciones, los valores democráticos y el Estado de Derecho como alternativa al extremismo violento. Por ello, este programa pretende aportar contenidos en esta dirección.