La cifra de divorcios registrada el año pasado en Córdoba ha vuelto a caer según los datos del Consejo General del Poder Judicial, que contabilizó un total de 1.742 divorcios frente a los 1.760 del 2016, consolidándose como la cifra más baja de la última década. Desde el año 2014, en el que se alcanzó una cifra récord de divorcios desde que empezó la crisis, con 2.047, ya se ha reducido en un 14,8%.

El informe del CGPJ refleja además que en el 2017 se registraron en Córdoba 1.847 disoluciones matrimoniales frente a las 1.881 del año anterior, la cifra más baja desde el año 2008. En cuanto a la fórmula utilizada, más de la mitad de los divorcios, 914, se cerraron de forma consensuada frente a 828 que requirieron la apertura de un contencioso. También se produjeron 104 separaciones, 72 consensuadas y 32 no consensuadas y una nulidad matrimonial.

Estos datos parecen reflejar solo una parte de las rupturas, según la vicepresidenta de la Asociación Española de Abogados de Familia (AEFA), la letrada cordobesa Dolores Azaústre, que ha indicado que, «si bien estadísticamente hay menos divorcios, en los despachos se nota la misma actividad porque cada vez hay más rupturas de parejas de hecho, que no se contabilizan como tal».

Azaústre también ha llamado la atención sobre el aumento paulatino de la solicitud de modificaciones de medidas de parejas ya divorciadas para cambiar el régimen de custodia de los hijos que se está dando desde que en el año 2013 el Tribunal Supremo estableciera que el régimen de custodia compartida es un régimen normal e incluso deseable tanto para los padres como para los hijos. Según los datos del CGPJ, el año pasado se registraron 794 modificaciones de medidas, la gran mayoría (649) no consensuadas. En Andalucía, la tendencia es similar. En el 2017 se dieron más del doble de modificaciones de medidas que diez años antes, en el 2007, cuando aún no se había implantado este cambio respecto a la custodia de los hijos.

«La custodia de los hijos sigue siendo el caballo de batalla de los divorcios», según Dolores Azaústre, porque la custodia conlleva una serie de derechos como el disfrute de la vivienda y la pensión de alimentos. Según el CGPJ, la custodia no fue consensuada en 413 casos en el 2017. «Hay padres que quieren ahorrarse la pensión y quieren que se venda la casa y solo por eso piden la custodia compartida y madres que para garantizarse la pensión y el piso se oponen a la custodia compartida», señala, «pero debe primar el bien del menor». Según su experiencia, entre las solicitudes de modificación de medidas hay tanto progenitores que quieren que se les aplique la custodia compartida como casos en los que la tienen concedida y desean cambiar a custodia única.

Cuando está en litigio la custodia, siempre hay que escuchar al menor si es mayor de 12 años o si es menor, cuando se considera que tiene suficiente juicio para exponer su parecer. De todas formas, eso no significa que se haga lo que diga el niño, explica la abogada, «el deseo del hijo no tiene que coincidir con la decisión del juez, que se guía por el bien del menor y no por su preferencia». En este momento, la mayoría de las custodias compartidas que se aplican en Córdoba establecen que los hijos estén una semana con cada progenitor, ya que el Supremo ya estableció que no era conveniente que cambiara por días. «Pero el derecho de familia es como un traje a medida que debe ajustarse a cada caso», puntualiza la letrada.