Amparo Pernichi y Pedro García defenderán hoy ante la asamblea de Izquierda Unida las candidaturas que ambos lideran de cara a las elecciones municipales de mayo y que los enfrentarán en unas votaciones que se celebrarán el viernes (aún no se ha definido dónde serán). Cabe recordar que los nombres resultantes en este proceso se integrarán en una lista conjunta con los propuestos por Podemos, ya que sendos partidos aspiran a presentarse a las municipales en coalición.

La dirección local y provincial de IU mantuvieron ayer por la tarde un encuentro crucial para rebajar la tensión suscitada en las últimas horas tras el anuncio de que habría dos listas, y para solventar los problemas y defectos de forma que una de las candidaturas, la liderada por Amparo Pernichi, tenía. «Son problemas subsanables», señalaron fuentes de IU. Los militantes pueden llegar hoy a la asamblea --prevista a las 19 horas en Fepamic-- para la presentación de las candidaturas sin conocer la integridad de las mismas, porque oficialmente no se ha dado a conocer ninguna precisamente por los motivos «burocráticos» antes expuestos.

La falta de información oficial hizo ayer que se disparasen las especulaciones en el seno de esta organización acostumbrada a la confrontación previa a la cita con las urnas. De hecho, esta circunstancia no deja de ser --aunque con ciertas novedades por el proceso que se ha llevado a cabo en esta ocasión-- todo un clásico en IU, por lo que los veteranos llaman a la calma. En 2015 también hubo problemas similares, que acabaron con la dimisión en bloque de la dirección local por su «disconformidad» con la dirección provincial por «cómo» se gestionó el proceso para las elecciones municipales a cuatro meses de la cita. La única diferencia entre aquel momento y este es que ahora el proceso de elección de candidatos lo ha liderado la dirección local, encabezada por Ché Liñán, y es la dirección provincial, coordinada por Pedro García, la que ha resuelto dar la batalla con una lista alternativa, después de mostrar su disconformidad con la presentada oficialmente y que encabeza Pernichi.

Otra novedad es que el conflicto ha cristalizado esta vez en dos planchas y que las dos sensibilidades insisten en que hay diferencias «políticas» de fondo e incluso que no comparten la misma «cultura de partido», por lo que la decisión de los afiliados no se basará, según estos criterios, en una simple ruleta de nombres, sino en algo con más sustrato.