La diócesis de Córdoba cuenta con una Comisión Diocesana para la Defensa del Menor integrada por trece miembros de distintos ámbitos sociales, eclesiales y parroquiales y presidida por el obispo de Córdoba, Demetrio Fernández.

Con los trabajos de esta comisión, el Obispado de Córdoba "está comprometido con el impulso de una cultura integral de prevención de los abusos a menores para afrontar con toda la seriedad casos de abusos, con las medidas disciplinares y los procesos canónicos pertinentes, así como colaborando lealmente con las autoridades civiles y respetando siempre la confidencialidad de las víctimas", informa la institución en una nota de prensa.

En este sentido añade el Obispado que trabaja en su compromiso por la protección de menores y personas víctimas de abusos desde el año 2015, cuando tomó la iniciativa de comenzar una colaboración para la formación con el Center for Child Protection, de la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma. Esta colaboración permite un convenio con el centro romano para garantizar la formación permanente de los miembros de la Comisión Diocesana para la Defensa del Menor a través del Instituto Superior de Ciencias Religiosas Beata Victoria Díez de Córdoba.

La diócesis de Córdoba indica en su nota que se adhiere al papa Francisco en su iniciativa por luchar, con todos los medios disponibles, por la defensa y protección de los menores, así como de los adultos vulnerables. Como ha explicado el Pontífice, los abusos a menores son “una plaga que hay que erradicar de nuestra entera sociedad”, y particularmente de la Iglesia, "dentro de la cual se convierten en una monstruosidad que contrasta con su autoridad moral y su credibilidad ética".

En su carta pastoral de inicio del presente curso, el obispo de Córdoba, Demetrio Fernández, adelantaba que “en el campo de nuestros colegios, en el ámbito de nuestras parroquias y catequesis, en el entorno de las familias, la protección de los menores y personas vulnerables debe estar en la prioridad de nuestra solicitud pastoral”.