Los trabajos que lleva a cabo el Ayuntamiento de Córdoba para el derribo del Pabellón de la Juventud han dejado al aire el esqueleto del edificio. La demolición que lleva a cabo la empresa Isidoro Molina, que es la que ha resultado adjudicataria de esta tarea, empezó el día 14 de este mes, por lo que leva dos semanas. Ese día, la sociedad empezó los trabajos desmontando las cuatro estatuas que coronaban la fachada del edificio, que han sido guardadas en las instalaciones del Imdeco para su posterior colocación. Con la retirada de esas estatuas comenzaba el derribo del Pabellón de la Juventud, que lleva dieciocho años cerrado, que fue cedido en el 2017 al Ayuntamiento y que ha necesitado que pasen cuatro mandatos.

El lunes de esta misma semana hubo una protesta de representantes del consejo de distrito Sur, que recordaban al responsable de Deportes, Manuel Torrejimeno (CS), que existe un plan de usos para el pabellón desde el 2015 y que la piscina cubierta es irrenunciable para ellos. Ese día apenas se percibía la evolución de los trabajos, que han tenido un importante empuje en las últimas jornadas.

Ayer mismo, junto al esqueleto del inmueble, se podían ver ya los escombros propios de la demolición. El mismo día que empezó el desmontaje de las cuatro estatuas, el responsable municipal de Deportes explicaba que durante el mes y medio aproximadamente que dure el derribo, el gobierno local decidiría qué uso futuro darle, con la idea que sea un polideportivo como siempre fue pero adaptado a la realidad de ahora. En ese momento, Torrejimeno ya avisaba de que la piscina cubierta no está prevista, tal y como ya había avanzado a este periódico el pasado verano.

La demolición fue adjudicada por 72.053 euros y un plazo de 48 días. Para concretar el uso del nuevo edificio, el concejal aseveró el día que se inició que se reunirá con todas las partes implicadas para llegar a un acuerdo. El día 13 hay prevista una reunión con el consejo de distrito Sur.