El absentismo escolar en la provincia, gracias al esfuerzo realizado en la última década tanto desde el punto de vista técnico y educativo en la prevención como por el desarrollo de la normativa reguladora, se ha reducido considerablemente, llegando hoy a una tasa casi residual del 0,07% del total de alumnos de Infantil, Primaria y ESO, que están en la etapa obligatoria, lo que supone un total de 78 casos que en el curso 2017-18 llegaron a la Comisión Provincial de Absentismo, ya en la última fase del protocolo seguido previamente.

La última fase del protocolo de absentismo es la derivación de los casos al grupo Aprome de la Policía autonómica y a la Fiscalía de Menores. Si ésta ve indicios de abandono de familia, presentará una denuncia al juzgado, el cual iniciará las oportunas diligencias para investigar el delito, pudiendo llegar a un juicio contra los progenitores. Hasta ahora, según miembros de los equipos técnicos, las sanciones han sido de multa económica o el cumplimiento de una condena de cárcel para los progenitores.

Según los datos proporcionados por la delegación de Educación, el porcentaje de delitos de abandono de familia decretados por el área de menores de la Fiscalía en los expedientes derivados por absentismo escolar ha caído un 75,6% desde hace seis cursos. Así, en el curso 2011-12, se enviaron 48 expedientes a la Fiscalía, de los cuales 41 resultaron un delito de abandono de familia. Los expedientes se redujeron a 14 en el curso 2017-18, de los que 10 acabaron en denuncia.

La delegación informó a este periódico que los expedientes que en la actualidad están en los distintos juzgados de Córdoba y provincia corresponden en su gran mayoría a alumnado de Secundaria, que se encuentran en una edad próxima a la edad máxima legal de escolarización obligatoria. Desde el curso 2011-12 hasta la actualidad, se han derivado al ministerio fiscal de menores un total de 172 expedientes, de los que 127 han sido constitutivos de delito de abandono por los progenitores o tutores. En cuanto a los 78 expedientes derivados por las comisiones municipales a la provincial el pasado curso, cabe señalar que la mayoría, 24, fueron en la capital, siendo Puente Genil, con 10 casos, el municipio con más expedientes en la provincia, seguido por Almodóvar del Río (7) y Palma del Río (5). La mayoría de los menores absentistas tienen 15 años (26), seguidos por los de 16 años (16) y los de 13 años (8), mientras que solo hay uno de 5, 7, 8 y 9 años, respectivamente. El 56% de los expedientes son abiertos a chicos, mientras que un 44% son alumnas.

Los alumnos absentistas se van reduciendo gracias a un trabajo preventivo intenso por parte de 73 equipos técnicos de absentismo escolar (ETAE), donde están representados la totalidad de los centros de educación Primaria y Secundaria (públicos y concertados) de la provincia. En estos dispositivos se integran más de 450 profesionales de diverso tipo, desde miembros de equipos directivos, orientadores, trabajadores sociales, policías, educadores sociales, entidades sin ánimo de lucro, etcétera.

Se considera que existe absentismo escolar cuando las faltas de asistencia sin justificar al cabo de un mes sean de 5 días lectivos en Primaria y 25 horas de clase en la ESO, o el equivalente al 25% de días lectivos o de horas de clase, respectivamente. Cuando el tutor detecta el problema, se inicia un protocolo que lleva, primero, a contactar con las familias y, si no se resuelve, se inicia un proceso que deriva en la comisión municipal de absentismo escolar y después en la comisión provincial.

Responsables de los equipos comentan que las causas de que los niños no asistan al colegio vienen determinadas por el desinterés y desmotivación de ellos mismos, sobre todo en la Secundaria, pero también por conflictos sociales o familiares, condicionantes étnico-culturales o incluso por el trabajo itinerante de los padres.