“Somos los que somos y no hay más”, resume sentenciando María Victoria Canovacas, responsable del sindicato CTA en el Instituto Municipal de Deportes de Córdoba (Imdeco), una entidad sobrecargada de trabajo y responsabilidades desde hace años pero que ahora, tras haber asumido provisionalmente funciones como la gestión directa de las diez salas de barrio “no dan para más, están fuera de cuadrantes y de horarios y los trabajadores hacen lo que pueden, pero es imposible”, explica la sindicalistas, que denuncia también el retraso en cobros.

Canovacas, acompañada del secretario general de CTA, Francisco Moro, ha explicado esta mañana el caos que, según describe, existe en el Imdeco por falta de recursos, especialmente humanos, una situación que va mucho más allá del reciente y polémico cese del gerente, Pedro Luque, una medida que se tomó para permitir la reorganización de la gestión, según justificó la alcaldesa, Isabel Ambrosio, pero que es inútil ante la falta de personal con “solo dos directivos, con el departamento de contabilidad desbordado… con 64 trabajadores esta empresa no tiene gente suficiente, la pongan donde la pongan”, insiste María Victoria Canovacas.