La campaña olivarera, comenzada oficialmente el pasado 1 de octubre, tendrá resultados positivos en la provincia de Córdoba. Así lo esperan Asaja y UPA, y también Cooperativas Agroalimentarias, que han previsto un aumento anual de alrededor del 30% en la producción de aceite, aunque recuerdan que el balance dependerá en buena medida de las lluvias que puedan llegar en las próximas semanas ya que, por el momento, la aceituna está arrugada en muchos lugares por la falta de agua.

El presidente de Cooperativas Agroalimentarias, Rafael Sánchez de Puerta, eleva la subida de la producción esperada en Córdoba al entorno del 40% en comparación con el año pasado, cuando el balance fue de unas 196.000 toneladas de aceite. De este modo, enmarca la evolución de la provincia en el contexto nacional, donde, según confirma, «las expectativas de cosecha son mejores que el año pasado, pero creo que no tan altas como en principio se pensó». Si en la última campaña se produjeron 1.120.000 toneladas en España, Cooperativas estima que este año serán alrededor de 1.450.000, «muy lejos de las 1.700.000 que se llegaron a barajar. Eso es una cosecha media», explica.

Consultado por los precios que se esperan conseguir, confía en que «podremos recuperarlos un poco». En esta línea, comenta que «fuera de España, este año hay bastante menos aceite que el pasado por la situación de Italia, Grecia y Túnez, que son los grandes proveedores». A esto se suma que, «como consecuencia del buen nivel de salidas al mercado, el enlace final se ha quedado en torno a 480.000 toneladas», por lo que esas eran las existencias a 1 de octubre, frente a las 750.000 toneladas del año pasado. Como se ha referido, asimismo, la cosecha será media y «estamos viendo que el mercado se está recuperando un poco. Sigue en unos niveles muy bajos, pero la tendencia a la baja ha cambiado. Está estabilizado con un poco de tendencia al alza». Por tanto, «entendemos que se dan las condiciones para que el precio sea mejor», resume.

El presidente de Asaja, Ignacio Fernández de Mesa, apunta que a nivel provincial se podrían producir entre 250.000 y 300.000 toneladas de aceite en la campaña que acaba de comenzar, por lo que la cosecha sería media-alta, mientras que en el conjunto del país se podrían esperar 1.638.000 toneladas.

En cuanto a los precios previstos para la campaña 2020-2021, Fernández de Mesa detalla que «el virgen extra, y en general los aceites, llevan cinco semanas subiendo», y coincide en destacar que «a nivel mundial, se espera una caída de un 5% en la producción de aceite».

De su parte, el secretario general de UPA, Miguel Cobos, indica que la cosecha puede rondar las 250.000 toneladas de aceite, lo que dejaría una subida «cercana al 30% en comparación con el año pasado». En este sentido, también apunta que este resultado tendrá sus consecuencias en el empleo y estima que la campaña generará en torno a tres millones de jornales para la recolección en Córdoba frente a los 2,6 millones del año pasado.

El responsable de UPA alude a los factores ya referidos como el menor enlace de campaña, la bajada de producción en otros países y la cosecha esperada para afirmar que «los precios tendría que subir». Además, admite que «estamos ilusionados en que se pongan más inspecciones para que se cumpla la ley de Cadena Alimentaria», que, según recuerda, «dice que en los contratos hay que referenciar los costes de producción y quien compra tiene que pagar por encima de quien produce».

Por último, la secretaria general de COAG, Carmen Quintero, hace hincapié en la situación del norte de Córdoba, precisando que «como no ha llovido, la aceituna está muy pequeña y no habrá kilos, y ha habido granizadas este verano en toda la provincia. Lo único que se va a salvar es el olivar de regadío, incluso hay agricultores que se están planteando si la situación no mejora ni recoger la cosecha».

De este modo, concluye que «la campaña se prevé escasa» y avanza que «arrancamos el verdeo con expectativas de cara al mercado, a ver cómo se comporta y, sobre todo, los precios».

Trasvase de trabajadores

UGT y CCOO recuerdan que la campaña del olivar de este año será excepcional por la incidencia de la pandemia de coronavirus y reivindican que se cumplan las medidas exigidas para prevenir contagios entre los trabajadores, entre las que destacan el uso de mascarillas, la higiene de manos o la distancia de seguridad.

UGT estima que el aumento de la producción previsto, se espera que Córdoba coseche en torno a 250.000 toneladas de aceite, podría dar lugar a un incremento de alrededor de un 20% de los jornales (UPA calcula que se crearán unos tres millones en la provincia) y baraja, asimismo, la posibilidad de que «se tarde más tiempo en recoger la cosecha» a consecuencia del cumplimiento de los requisitos de seguridad, explica el secretario general de su Federación de Industria, Construcción y Agro, Pedro Téllez.

Téllez apunta, además, el impacto positivo que la ley de la Cadena Alimentaria podría tener en los precios, precisando que «se espera que cubran los costes de producción, esto es una herramienta importante para garantizar que, aunque haya que invertir para dotar a los trabajadores de medios de protección, los gastos serán asumidos por el precio final. Una de las problemáticas que había años atrás era que los precios estaban por debajo de los costes y no era rentable en absoluto la producción», recuerda.

De su parte, el secretario general del Sindicato Provincial de Industria de CCOO, Agustín Jiménez, afirma que, pese a que Asaja ha solicitado la participación de trabajadores extranjeros en la campaña, «hay mucha gente en el desempleo y en expedientes de regulación temporal de empleo, que son compatibles con la jornada agrícola. Lo normal es que haya un trasvase al campo».

De este modo, indica que «ya hay gente que viene al sindicato porque quiere trabajar en la aceituna. Mientras que se cumpla el Salario Mínimo Interprofesional, habrá gente dispuesta a trabajar sin problema», subraya. Este fija un salario de 48,19 euros por seis horas y media de jornada. Acerca de las medidas para frenar posibles contagios, Jiménez hace hincapié en que cada explotación debe tener un plan de contingencia covid-19. Según detalla, CCOO ha visitado plantaciones que han comenzado el verdeo y ha observado que están dividiendo los grupos de jornaleros y que si habitualmente hay cuatro personas por árbol, ahora hay dos.