Las distintas leyes antitabaco en vigor que se han ido aprobado en este siglo en España han contribuido a que descendiera la cifra total de fumadores, hasta lograrse que en el caso de Córdoba y de Andalucía, el porcentaje global de consumidores sea ahora del 25% (una de cada cuatro personas), frente a más del 50% de hombres que fumaba apenas hace 30 años en España. Sin embargo, como alerta el jefe de neumología del hospital Reina Sofía, Francisco Santos, las autoridades sanitarias están preocupadas por el hecho de que cada vez hay más nuevos fumadores adolescentes y jóvenes (sobre todo mujeres), comprobándose que la bajada progresiva que se estaba produciendo en el número de consumidores se ha estancado e incluso se ha desacelerado y uno de los motivos es el cigarrillo electrónico.

Santos precisa que hay una gran oferta de dispositivos de cigarrillo electrónico y se está tolerando su consumo en recintos cerrados. Además, añade que existe «la creencia errónea de que este formato es menos perjudicial que el tabaco clásico, cuando muy al contrario es preocupante que muchos jóvenes se están iniciando en el consumo del cigarrillo tradicional a través de habituarse primero al electrónico». Otro problema, según este experto, son la moda de las cachimbas de agua o naguile (extendidas en lugares de ocio), cuyo consumo no está demasiado controlado entre los muy jovenes.

Santos estima que, tras unos años de mayor control, las autoridades de distintos ámbitos que deben velar por el cumplimiento de la ley antitabaco en España, se han relajado respecto a la vigilancia y sanciones por consumo de tabaco en lugares que está prohibido y recuerda que no se puede olvidar que la prohibición de fumar en espacios públicos alcanza a todo tipo de consumo (cigarrillos tradicionales, electrónicos, puros). El jefe de neumología del Reina Sofía resalta que los efectos del tabaquismo causan entre tres y cuatro fallecimientos cada día en Córdoba (más de mil al año en la provincia y diez mil en Andalucía). Esas defunciones incluyen las relacionadas, en su mayoría con la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) y cáncer de pulmón, pero también otros cánceres (de laringe, esófago o vejiga) o enfermedades cerebrovasculares y cardiovasculares. Además, Santos insiste en que el tabaco acorta la vida media y causa alteraciones en la visión y en la faceta sexual y reproductiva.