La rebaja fiscal, el impulso al urbanismo y la conversión digital de la Administración local serán los puntales en que pivote el pacto entre el Partido Popular y Ciudadanos, que de momento es el que tiene más posibilidades de que fragüe en Córdoba. La suma de los concejales de ambos partidos, 9 y 5, proporciona una mayoría simple suficiente en Capitulares, que podría afianzarse aún más con los dos ediles de Vox, si entrasen en el gobierno.

En base a las coincidencias programáticas de PP y Cs, la fiscalidad será un tema clave del pacto, amén de la elaboración de un programa de ciudad a medio plazo. Los dos partidos han prometido una importante rebaja de impuestos municipales. La formación de José María Bellido, por ejemplo, pretende ahorrarle a los cordobeses 60 millones de euros en impuestos, lo que supondría un ahorro de 181 euros por contribuyente y 470 por unidad familiar media. En concreto, se ahorrarían 8 millones al congelar y bonificar el IBI; la reducción del IBI de rústica supondría un ahorro de 300.000 euros «para pequeños y medianos agricultores de la ciudad»; mientras que los cambios en el impuesto de vehículos conllevaría un ahorro de 9 millones. Bellido también propone suprimir el ICIO, que quedaría unificado en las tasas por licencias que mantendrían el nivel impositivo actual, y supondrían un ahorro de 4 millones; y modificar la plusvalía para ahorrar otros 7 millones de euros.

La formación naranja, por su parte, prometió rebajar el IBI, un 2% el impuesto de vehículos, y las plusvalías mortis causa al menos hasta el 95%.

La activación del urbanismo será, sin duda y amén de la pugna por controlar la Gerencia Municipal que han iniciado ya las dos formaciones, otra de las claves del acuerdo programático. Ambos partidos han prometido que apoyarán a la industria y que trabajarán por la implantación de nuevas empresas, pero también que buscarán la captación de inversiones. Todo con vistas a la generación de empleo y a la activación de la economía local.

Tanto José María Bellido como Isabel Albás han apuntado la necesidad de aprobar y poner en marcha cuanto antes la ordenanza de licencias, que se ha aprobado de manera inicial en junta de gobierno local. Cs, además, tiene intención de hacer una auditoría de gestión en la GMU, la creación de un cuerpo de inspección pública, la innovación del PGOU y el establecimiento de un plazo máximo de 30 días para la concesión de licencias.

El PP, por su parte, incluye en su programa un decálogo de medidas para acabar con la tardanza en la concesión de licencias urbanísticas, que prometen conceder entre los 4 y los 6 meses como máximo; implantar un catálogo de actuaciones sometidas a declaración responsable, en el que se incluirá la realización de obras ligadas al acondicionamiento de locales comerciales; se fijará un plan anual de inspección urbanística; se reducirán los procesos de obtención de licencia, simplificando las instancias; se implantará un nuevo software de gestión en la GMU; se jerarquizarán la tramitación de solicitudes, siendo la edificación de vivienda pública la que más prioridad tendrá; se modificarán las normas urbanísticas necesarias para agilizar el otorgamiento de licencias, y tendrán reuniones periódicas con los colegios profesionales.

Un tercer apartado de coincidencias entre los futuribles socios es la transformación digital de la ciudad. Para el PP pasaría por la creación de una concejalía de transformación digital, mientras que Cs habla de una concejalía de innovación y modernización para avanzar en la administración electrónica.

En el acuerdo programático que cierren estas dos formaciones habrá, además, planes para apoyar el comercio de cercanías y el del centro (el PP, por ejemplo, ha prometido la revitalización de Cruz Conde con el ejemplo de la calle Larios de Málaga), y programas o pactos específicos para generar mayores oportunidades de empleo en Córdoba.