Estrella García Piñero dirige desde hace 35 años un centro de planificación familiar en Córdoba, una consulta privada que no tiene equivalente en la sanidad pública, donde la prescripción de anticonceptivos depende del médico de familia, que no siempre está formado específicamente en esta materia.

Según García Piñero, «la clave del descenso en la cifra de abortos está en la venta libre en farmacias de la píldora postcoital», algo que considera muy positivo. En su opinión, «los jóvenes saben que pueden obtener por 5 euros esta píldora y, cuando se les rompe el preservativo, acuden a la farmacia, que está obligada a dispensarla». El preservativo, según los datos que maneja, «es el método anticonceptivo preferente en España porque ha calado la importancia de prevenir el riesgo de contagio de enfermedades de transmisión sexual». Sin embargo, recuerda, no es un método anticonceptivo infalible y en ocasiones se usa mal, de ahí que en los últimos años «haya crecido el contagio de este tipo de enfermedades, por el inicio cada vez más temprano de las relaciones sexuales y porque el número de parejas es mayor».

Para Estrella García, «los jóvenes manejan mucha información, pero también circulan muchos bulos que generan miedos infundados, como que la píldora hace engordar o te pone difícil tener hijos a largo plazo». De ahí que reclame la existencia de centros de información dirigidos a los adolescentes. En su opinión, «es un hecho que cada vez se llega a la maternidad más tarde, por lo que es necesario formar e informar a los jóvenes para que tengan una vida sexual de calidad».

También insiste en la importancia de que las mujeres conozcan los métodos anticonceptivos que existen y que les pueden dar garantía cien por cien contra los embarazos no deseados y recomienda a los padres que estén «receptivos» y que «cuando una hija les pida ir al ginecólogo no se pongan la venda en los ojos y acudan con ella a un profesional para que esté informada».

En su opinión, el uso del preservativo no es incompatible con otros anticonceptivos, pero hay que valorar el perfil de cada mujer. E insiste en que «son ellas quienes deben decidir lo que quieren porque son ellas las que se quedan embarazadas». Además de píldora, anillo vaginal y parches, existen opciones como «el implante en el brazo para tres años o el diu de 5 años, indicados para adolescentes, afirma, «son métodos más seguros y también más baratos».