El cierre desde este martes, a partir de las 18.00 horas, de muchos negocios pone en jaque a comercio y hostelería, que han mostrado su rechazo a las nuevas medidas adoptadas por la Junta para frenar el coronavirus y han exigido un plan de rescate urgente de ayudas ante una situación que consideran que va de mal en peor. Exceptuando los comercios dedicados a productos de primera necesidad, a alimentos o venta de combustible; y los bares de áreas de servicio, aeropuertos, estaciones, hospitales, tanatorios o de lugares en los que están para dar un servicio a los trabajadores, el resto han de tener cerrado a las 18.00 horas.

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Estas medidas «pueden ser la puntilla para muchos negocios». Eso es lo que piensa el presidente de Comercio Córdoba, Rafael Bados, que considera que son «muy duras tanto por la restricción de horarios como por la de aforos y también por el cierre perimetral de toda la provincia, que va a afectar mucho a un sector que no llegó en muy buenas condiciones a esta crisis». Esto traerá como consecuencia que «habrá muchos que no superarán la situación».

A Bados le sorprende que «todos los comercios se metan en el mismo saco y no es igual un pequeño o mediano comercio que se ha adaptado a las medidas y está demostrando que no propaga el virus que otros establecimientos más grandes en los que vemos colas y entran miles de personas». Además, recuerda que durante la desescalada los primeros que abrieron fueron los negocios de menos de 300 metros y luego los de más, por lo que «lo lógico hubiera sido que primero cierren los que pueden resultar más peligrosos por el riesgo que tienen de propagar el virus». Bados ha advertido de que Comercio Córdoba estará atenta a que «las grandes cadenas de alimentación solo vendan productos de primera necesidad», ya que «durante el primer confinamiento se denunciaron prácticas irregulares y vigilaremos» para evitar «la competencia desleal».

Con este panorama, la campaña de Navidad se presenta más incierta aún. Bados espera que estas medidas contengan al virus y se logre salvar la principal campaña de ventas que tiene el comercio, junto con la de las rebajas. El presidente de los comerciantes insiste en la situación «desoladora» que vive el casco histórico, donde ha desaparecido la actividad y para el que exige un plan específico.

La Confederación de Comercio de Andalucía ha mostrado este lunes su malestar por las restricciones y por lo que considera medidas «desproporcionadas» tomadas «sin escuchar al sector», al que dan la «puntilla» cuando lleva ya una pérdida de ventas acumulada del 50%. Los comerciantes ven necesario acompañar las restricciones con medidas económicas de apoyo, de ahí la reivindicación de fórmulas urgentes que contemplen ayudas a fondo perdido y con una tramitación «ágil y rápida».

Cada negocio fija su horario

Para adaptarse a esta situación, cada establecimiento fijará el horario en función del tipo de negocio y de clientes. Unos adelantarán a las 9.00 la hora de apertura y retrasarán a las 14.00 la del cierre a mediodía mientras que por la tarde abrirán de 16.00 a 18.00; otros dejarán la franja horaria de la mañana igual pero adelantarán la de la tarde; y otros harán jornada intensiva. Este lunes había tiendas que no sabían qué hacer y algunas iban a ir tomando la decisión sobre la marcha en función de la respuesta de los clientes.

José Luis Vázquez, de Play Jeans Ropa, en Ciudad Jardín, aseguraba que con el cierre a las 18.00 «cortas media jornada de ventas». Vázquez, que indica que las ventas se han reducido a la mitad, vaticina que «el comercio de cercanía morirá si no recibe apoyo» y «un barrio sin comercio, es un barrio muerto». Para este comerciante, y para el resto de los consultados, la Navidad es ahora mismo una incógnita.

Para Mar Ariza, de La Platería, adelantar el cierre «supone un mazazo» que se suma al recibido desde el inicio de la crisis. Desde que acabó el estado de alarma ha percibido la caída de ventas, en la que influye la anulación de celebraciones. «Ahora se regalan cosas necesarias, no artículos de lujo», señala.

«La gente no sale, no consume, no hay eventos y compran el calzado justo y necesario», señala Pedro Rodríguez, de Karamba, zapatería que va a cerrar. Rodríguez piensa que las medidas que se están tomando «atacan demasiado al comercio y la hostelería».

Hay tiendas que se verán más afectadas al ser la mayoría de su clientela personas que trabajan por la mañana y que se acercan a comprar por la tarde. Es el caso de la tienda de decoración de Nuria Pérez, Rudy Lahoz, que, además, teme por las Navidades y por campañas como el black friday, en las que puede perder clientes que opten por el comercio online.

Hay comerciantes que se muestran resignados. «Si hay que hacerlo, se hace», dice Antonio Roldán en referencia al cierre a las seis. En su caso las ventas no se han visto mermadas y su tienda, Decoración y Tapicerías Antonio Roldán, sigue con el mismo ritmo de actividad que tenía antes. «Soy un afortunado», admite.

La hostelería mantiene la protesta del jueves

En cuanto al sector hostelero, que ya mostró su rechazo el domingo nada más conocer las medidas al cierre a las seis, mantiene en pie la protesta para el jueves, que, en Córdoba, partirá a las 11.00 de La Victoria. El presidente de Hostecor, Francisco de la Torre, explica que mañana Horeca, federación que preside, tendrá una reunión con representantes de la Junta para abordar las ayudas que preparan. «Hasta que no se hagan efectivas esas ayudas y se vea de qué tipos son, las movilizaciones se mantendrán», indica. Lo que está claro es que no quieren créditos blandos. «Después de nueve meses nadie quiere endeudarse», asegura De la Torre, que hace un llamamiento a toda la hostelería para que se sume a las protestas.