El banco Cajasur ha sido durante los tres últimos ejercicios líder a nivel nacional en formalización de operaciones de financiación para el sector agrario ante Saeca (Sociedad Anónima Estatal de Caución Agraria), cerrando 2020 en el segundo lugar entre todas las entidades financieras, según la información facilitada por la citada empresa, que está tutelada por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación y participada por la SEPI, Sociedad Estatal de Participaciones Industriales, y por el FEGA, Fondo Español de Garantía Agraria, informa la entidad financiera a través de una nota de prensa.

A nivel andaluz, con un negocio agrario superior a los 2.700 millones de euros, Cajasur se consolida como "líder indiscutible", con una cuota de mercado del 40%, tanto en número de operaciones como por importes formalizados con la entidad de caución agraria. Estos datos demuestran que "el entendimiento entre ambas instituciones en cuanto a metodología de trabajo, criterios de riesgos y experiencia conjunta está perfectamente coordinado y armonizado”, según el director del Servicio Agrario de Cajasur, Francisco de la Torre.

Desde hace una década, Cajasur cuenta con un convenio suscrito con Saeca, lo que ha permitido incrementar las relaciones entre ambas instituciones y su volumen de negocio. La ratio de morosidad de Cajasur en este epígrafe de negocio se sitúa en el 0%, lo que da idea de la "idoneidad de este instrumento para financiar proyectos de inversión".

"Ratificamos el compromiso que Cajasur mantiene con el sector agroalimentario, poniendo a disposición de los distintos actores del mismo, productos y servicios adecuados a sus necesidades y un acompañamiento ad-hoc de los profesionales especializados en la materia agraria con que cuenta la red comercial", explica De la Torre.

El objetivo de Saeca es facilitar mediante su aval el acceso a la financiación con garantía personal, y hasta 15 años de plazo máximo, a todo el sector primario para poder llevar a cabo sus inversiones, ya sean de mantenimiento, mejora o modernización de sus explotaciones, así como necesidades de circulante. Del mismo modo, cuenta con otras líneas específicas, entre las que cabe destacar la dirigida a las comunidades de regantes para financiar proyectos de mejora y nuevos regadíos. Se trata, por tanto, de una herramienta estatal de apoyo al sector primario.