Con el Guadalquivir y la Mezquita de Córdoba enfrente, una buena dosis de glamour propia de la profesión y toda la ilusión del mundo, la mañana de ayer comenzó en el hotel Hesperia muy parecida a un relato de Las Mil y Una Noches. Por supuesto, con protagonistas que no aspiraban a ascender a los cielos en una alfombra voladora, pero sí en un A380 de la compañía Emirates Airlines.

Se trataba de una de las más peculiares selecciones de trabajo de los últimos años en la capital califal: escoger a algunos de los 3.000 tripulantes de cabina que busca por todo el mundo la compañía aérea, con sede en Dubai, para su nueva estrategia de aumentar sus vuelos con aviones de formato más reducido. De hecho, la empresa ya cuenta con 120 destinos en Europa, Oriente Medio, Asia, África, Oceanía y América.

Pero centrémonos en Córdoba: a las 8.00 horas, 42 candidatos se presentaron a la selección de tripulantes de cabina convocada, tras otras pruebas que se realizan por medio mundo y las que desde octubre se han venido realizando en Madrid, Barcelona, Oviedo, Sevilla... Y que conste: si Emirates Airlines se mueve para encontrar tripulantes de cabina, tampoco los aspirantes se cortan un pelo a la hora de acudir a las citas de selección desde puntos lejanos. Así, ayer, y llegada desde Málaga, se encontraba una risueña Marina, a pesar de que para el mediodía ya conocía que no había pasado el primer corte y que su nombre no estaba entre los siete finalistas del proceso, una fase a la que sí llegaron Mariluz, de Don Benito (Badajoz); José Javier, de Puerta del Segura (Jaén); Randia, una aspirante polaca residente en Tenerife (que al final fue seleccionada); Irene, italiana que vive en Sevilla, o dos cordobeses: Jesús Estrada, de Puente Genil, y Carlos Dueñas, de la ciudad califal, también seleccionado.

Pero, ¿qué se buscaba en los aspirantes? Pues las exigencias, en consonancia con los vuelos, eran muy elevadas. El portal primerempleo.com las resume: «Más de 21 años de edad, altura que le permita llegar a los equipos de emergencias en todos los tipos de aeronaves, ser educado y con fuertes habilidades para resolver problemas, nivel de inglés fluido hablado y escrito, el conocimiento de idiomas adicionales, ser «apto médicamente» y demostrar una «actitud positiva para proporcionar un buen servicio en un ambiente de equipo». O sea, que además estar bien preparado había que tener suerte.

Y es que hallar un trabajo a veces es casi una fantasía árabe. Lo que no quita que los tres seleccionados estén más cerca de elevados sueños laborales.