El área de Infraestructuras del Ayuntamiento de Córdoba arreglará el carril de tráfico del bulevar del Gran Capitán, en el tramo que va de Ronda de los Tejares a la calle Góngora. La junta de gobierno local tiene previsto dar su visto bueno el lunes a los pliegos de condiciones del concurso, paso previo a la licitación de las obras. Los trabajos afectan a 1.750 metros cuadrados. Las obras durarán dos meses y medio y costarán 117.563 euros.

El proyecto, al que ha tenido acceso este periódico, consiste en restaurar los acerados, que están pavimentados con losas prefabricadas de hormigón, sustituyendo las piezas rotas y en cambiar las losas de granito de los encintados por otras de las mismas dimensiones de 40 por 60. El carril se encuentra en "un estado pésimo, presentando numerosos hundimientos y roturas en el pavimento, que se ha ido parcheando con asfalto a la espera de una reparación completa", según señala el proyecto.

La intervención consiste en "sustituir el ancho del carril de 3,20 metros, que es de adoquín de hormigón prefabricado de un modelo que ya no se fabrica en la actualidad y que sería imposible de reponer, por asfalto impreso, manteniendo el dibujo igual al existente". Durante la intervención "se mantendrán los encintados de granito y la solería de losas de hormigón prefabricado en los acerados, aunque se repondrán las piezas rotas". Según el proyecto, la sustitución de la sección actual permitirá que el carril resista mejor el paso de vehículos y la tecnología del asfalto impreso hará que las reparaciones sean más rápidas. Para la novedosa técnica del asfalto impreso se usan moldes. Al ahorrar tiempo, los cortes de tráfico necesarios serán menos prolongados cortos.

El carril del bulevar de Gran Capitán se utiliza para el tránsito de vehículos desde el 2011, cuando el área de Movilidad, dirigida entonces por Ana Tamayo, hoy gerente de Aucorsa, decidió que circulasen por allí los que utilizaban el parking de Edaco, que no podían transitar por Cruz Conde por su peatonalización. La obra de la calle Cruz Conde se ejecutó durante el mandato de IU y PSOE pero la decisión de que estuviera totalmente libre de coches la tomó el PP. El propio proyecto indica que el bulevar es un espacio "diseñado en su origen para un uso totalmente peatonal, que con el paso de los años ha tenido que ir abriendo zonas a la circulación de vehículos".

El origen de este bulevar se remonta a 1843, cuando se creó una alameda en los terrenos del desamortizado convento de San Martín, que estaba situado frente a la puerta norte de San Nicolás. El actual paseo, según el proyecto, proviene de la actuación realizada en 1862 por el arquitecto Pedro Nolasco Meléndez. Su configuración como paseo peatonal central con dos calzadas laterales ha sufrido varias reformas. Su fisonomía actual proviene de la remodelación integral efectuada en 1989 por Juan Serrano Muñoz, después de descartarse el aparcamiento subterráneo que iba a construirse en la etapa de Julio Anguita como alcalde.