El voluntariado ha sido siempre clave para ayudar a las personas más vulnerables y la pandemia ha traído consigo una avalancha de personas dispuestas a echar una mano a quienes más lo necesitan. En España más de dos millones de personas que nunca habían hecho voluntariado se han implicado en algún tipo de acción solidaria durante los peores meses de la pandemia y ocho de cada diez que ya lo hacían han reforzado su compromiso, según los resultados del último estudio sobre el Perfil del Voluntariado de España en este 2020 elaborado por el Observatorio del Voluntariado que hoy se ha dado a conocer. Durante la pandemia ha habido cerca de 4,5 millones de voluntarios.

Córdoba no ha sido ajena a este crecimiento de solidaridad. Cruz Roja informaba hoy, con motivo del Día del Voluntariado, que la crisis provocada por la pandemia del covid-19 ha llevado a esta entidad a batir en Córdoba «su récord histórico de altas de voluntariado en un solo año», con más de 944 personas incorporadas hasta la fecha.

Tal auge solidario ha traído consigo además otro registro histórico para la organización en Córdoba, según indicó en un comunicado, ya que por primera vez, su censo de voluntariado ronda las 5.000 personas , cuya labor está ahora centrada principalmente en el Plan #CruzRojaResponde frente a la covid-19, «la mayor movilización de recursos, capacidades y personas de la institución humanitaria en su más de siglo y medio de vida». El grueso de esas incorporaciones corresponde a la capital, donde están registradas como voluntarias 3.283 personas , lo que representa el 66% de la provincia.

Por su parte Cáritas contaba en 2019 con más 1.600 voluntarios repartidos en los diferentes programas y en las 168 Cáritas parroquiales, según sus últimos datos. Aunque no tienen cuantificado el total de personas que se han sumado este año como voluntarias, destacan que a pesar de que muchas de las personas mayores que durante la pandemia dejaron de realizar voluntariado por ser personas de riesgo ante el covid-19, han podido contar con gente joven dispuesta a sumarse a estas acciones solidarias, por lo que no se ha desatendido a los más desfavorecidos.

Ahora esta entidad trabaja en la campaña Haz que llegue la Navidad, destinada a personas sin hogar. Desde Cáritas indican que «este es un buen momento para ponernos en el lugar del otro, preguntarnos por la realidad que están viviendo las personas más vulnerables y tomar conciencia de nuestra propia vulnerabilidad. Es el momento de hacer llegar la Navidad a las personas en situación de sin hogar en este tiempo en el que todos descubrimos la importancia de tener uno, un lugar donde sentirnos protegidos y donde poder satisfacer nuestras necesidades básicas, sin olvidar que en Córdoba tenemos 324 personas en situación de calle o infravivienda».

Mientras, la Diputación se sumó hoy a la conmemoración del Día Internacional del Voluntariado con un acto homenaje a estas personas organizado por la Delegación de Cohesión Territorial, Consumo, Participación Ciudadana y Protección Civil, e iluminando la fachada del Palacio de la Merced con el color rojo. En el acto se reconoció la labor de un total de 19 voluntarios de diversas entidades, como Proyecto Hombre, Córdoba Acoge, Hogar Mariposas, Teléfono de la Esperanza, Autismo Córdoba, Córdoba Inclusiva, entre otras.

El responsable del área, Rafael Llamas, destacó que «este año está siendo especialmente duro y complicado, como consecuencia de la pandemia por covid- 19, que además está suponiendo una crisis de toda Índole y al mismo tiempo un reto» y subrayó que «el voluntariado da un paso adelante en esta situación y genera un impacto positivo en la sociedad cordobesa».

En primera línea

Nati Gálvez es enfermera en el Hospital San Juan de Dios y desde hace dos años es voluntaria de Cáritas. Fue su hijo Álvaro, también voluntario, quien la animó a dar el paso. Su labor se centra en la atención de personas sin hogar, a quienes reparte comida y escucha, algo «fundamental para su dignidad como personas». Así que aprovecha su ratos de voluntariado para charlar con ellos, para hablar de sus vidas y de sus ganas. Y de paso le cuentan si necesitan unos zapatos o algo de ropa para ir tirando.

Nati recuerda que aunque muchos de los que no tienen hogar padecen alguna adicción o discapacidad intelectual, también hay personas a las que simplemente les ha ido mal o no han tenido suerte. «Cualquiera, al final, puede verse en esa situación por distintas circunstancias», insiste. Por eso para ella es tan importante el sentido de comunidad y ser solidario con lo necesita. Por eso y porque le reporta «felicidad y esperanza».