La aplicación de una tasa turística en Córdoba no ha prosperado tras tumbar la propuesta los empresarios, al menos en la fase de debate en la que ahora está. El consejo consultivo del Instituto Municipal de Turismo (Imtur) se reunió ayer para aconsejar o desancosejar la implantación de este impuesto en la capital y este órgano asesor decidió «no aconsejar» esa fórmula que se aplica en otras ciudades. Los representantes del organismo municipal y de los vecinos fueron los únicos que dieron su apoyo a ese sistema que grava las pernoctaciones. Aún así, el consejo consultivo no tiene la última palabra. La aprobación del informe que elaboró previamente un grupo de trabajo optando por recomendar que no se implante la medida es solo un paso más, aunque el definitivo por parte de este órgano asesor, por lo que, tras dar traslado de esta decisión al consejo rector del Imtur, será el Pleno el que tome la determinación final y el que diga si quiere tasa turística o no. Por lo pronto, en el orden del día del pleno que se celebrará el martes no está incluido este debate, aunque las fuentes municipales consultadas no descartan que haya un pleno extraordinario antes de las elecciones municipales. No obstante, todo indica que será otra de las tareas que quedarán para el próximo mandato.

Contra la tasa turística votaron los seis vocales que asistieron al consejo consultivo en representación de la Confederación de Empresarios de Córdoba (CECO). En cambio, emitieron un voto favorable el presidente del Imtur, Pedro García; el gerente de este organismo, Jesús Ligero; y el presidente de la Federación de Asociaciones Vecinales Al-Zahara, Antonio Toledado. No estuvieron presentes los sindicatos UGT y CCOO, la UCO, Faecta y la Asociación de Artesanos. El resultado se veía venir, ya que en la sesión del consejo consultivo de marzo, que aplazó la votación, el Imtur y la UCO fueron los únicos defensores de la tasa. Además, el dictamen, que plasma las ciudades que la cobran y sus ventajas e inconvenientes, recoge también quiénes son sus defensores (el gerente del Imtur, el profesor Ricardo Hernández Rojas y Al-Zahara) y sus detractores (CECO y la Asociación de Artesanos). Los únicos puntos de consenso, según consta en el informe, eran que «Córdoba no puede implantar en exclusiva una figura tributaria al turismo», ya que la regulación debe venir de la mano de la comunidad autónoma, al igual que sucede en Cataluña o las Baleares, por lo que su implantación corresponde a la Junta. Otra de las conclusiones del dictamen es que si se aplica, debe abarcar alojamiento y transporte de viajeros. En el caso del alojamiento, añade el documento, ha de instaurarse de forma progresiva por tipo y categoría y debe incluir a las viviendas con fines turísticos. Además, el tributo debe ser finalista y «mantener un equilibrio entre la promoción y la mejora de la calidad de la oferta». En este sentido, la delegada de Turismo, Purificación Joyera, ya avisó en marzo, tras la reunión del consejo, de que la Junta no implantará la tasa turística, por lo que difícilmente existirá.

El otro punto que se abordaba ayer, el plan de acción del Imtur para el 2019, sí salió adelante incluyendo las aportaciones realizadas por el grupo de trabajo en cuanto a promoción, que consisten en una muestra itinerante de turismo y productos agroalimentarios de Córdoba en Málaga y la Costa del Sol, Barcelona, Madrid y capitales europeas. El plan de acción deberá ser aprobado de forma definitiva por el consejo rector del Imtur, por lo que le queda un paso más.