Después de poner en marcha el nuevo mandato y justo dos meses después del pleno de investidura, que tuvo lugar el 15 de junio, José María Bellido se tomará unos días de vacaciones. El regidor popular ha hecho coincidir su descanso con las dos semanas del año con menor actividad política y administrativa, y tiene previsto su regreso el 1 de septiembre, fecha clave en el inicio del curso político.
La marcha de Bellido obliga a dejar al frente del Ayuntamiento de Córdoba al llamado alcalde accidental, que será el responsable del equipo de gobierno a todos los efectos en su ausencia. La ley reguladora de bases del régimen local dispone que sean los tenientes de alcalde quienes sustituirán, por el orden de su nombramiento, al alcalde en los casos de vacante, ausencia o enfermedad.
Las vacaciones de los concejales del PP y Cs --relativas para algunos, que, pese a estar de descanso, han asistido a actos de su agenda política-- provocan que a falta de uno vaya a haber en Córdoba, en la segunda quincena de agosto, hasta cuatro alcaldes accidentales. Desde luego, a algunos no les va a dar tiempo a cogerle cariño al cargo. Así, desde las 9 de la mañana del día 16 a las doce de la noche del 17 de agosto será alcaldesa accidental la segunda teniente de alcalde, Blanca Torrent (PP); del 17 al 19, el cuarto teniente de alcalde, David Dorado (Cs); en la semana del 19 al 26, la primera teniente de alcalde, Isabel Albás (Cs), y del 26 de agosto al 1 de septiembre, el tercer teniente de alcalde, Salvador Fuentes.
La vuelta al cole coincidirá este año con el cumplimiento de los cien primeros días del nuevo gobierno, un plazo en el que PP y Cs se comprometieron a ejecutar 23 medidas, como una auditoría, la elaboración de un plan contra la exclusión, la reversión del callejero franquista y el impulso a una rebaja fiscal con el borrador de ordenanzas. A los cien días se acabará también el plazo de cortesía que la oposición --prudente y casi silente en estas primeras semanas de cogobierno, a excepción quizá de Vox-- suele dejar para abrir fuego. Cojan fuerzas.
