La unidad de Medicina Nuclear del hospital Reina Sofía ha logrado que el 90% de los pacientes que ingresan para recibir tratamiento contra el cáncer de tiroides después de la cirugía solo tengan que estar hospitalizados apenas 24 horas en la sala de aislamiento especialmente habilitada para esta clase de ingreso, El director de esta unidad, Juan Antonio Vallejo, apunta que en el Reina Sofía la estancia media para este tipo de tratamiento es de 1,3 días, frente a las 3,5 jornadas o más de media de otros hospitales. Para Vallejo, esta reducción en el tiempo de hospitalización es más eficiente para el hospital, porque permite una mayor utilización de la sala y, sobre todo, contribuye a que el paciente no tenga que permanecer tanto tiempo aislado y que se sienta mejor al durar menos el tratamiento. Los pacientes que son tratados por este cáncer ingresan en esta habitación especial (que el Reina Sofía acaba de remodelar), que cuenta con medidas de protección radiológica y sistemas de evacuación de residuos diferenciados. En la sala permanecen hasta que los niveles de radiación están por debajo de los valores que establece la legislación.

El Reina Sofía diagnostica entre 110 y 120 casos nuevos de cáncer de tiroides al año (incluyendo a pacientes de Córdoba y Jaén), cifra que se mantiene estable, y la tasa de curación supera el 95%.

Juan Antonio Vallejo destaca que, gracias al trabajo multidisciplinar de numerosas especialidades médicas del hospital que intervienen en el abordaje del cáncer de tiroides junto a la unidad de medicina nuclear, en los últimos años el Reina Sofía ha mejorado sustancialmente los tratamientos que ofrece a estos pacientes, aumentando la comodidad y disminuyendo el número de efectos secundarios. «Hemos pasado de aplicar tratamientos con dosis muy altas, que requerían mucho tiempo de hospitalización, a efectuar tratamientos más personalizados, seleccionando las dosis en función del caso concreto. Esto nos ha permitido que estemos en casi un 50% de casos de tratamiento ambulatorio con baja dosis, en los que el Reina Sofía fue pionero», destaca el director de la unidad de Medicina Nuclear. El Reina Sofía fue uno de los primeros hospitales de España en usar la TSH recombinante para este cáncer en el 2000 y desde el 2007 empezó a utilizar la baja dosis. Vallejo recuerda que a partir del 2001 y 2002 en el Reina Sofía disminuyó el intervalo de tiempo que pasaba entre la cirugía y el tratamiento, que de ocho meses se redujo a tres o cuatro semanas después de la operación.