El tema del aborto vuelve a estar sobre la mesa. El nombramiento de Trinidad Lechuga, un alto cargo del Obispado de Córdoba, como coordinadora de la estrategia de salud sexual de la Consejería de Salud y Familias de la Junta Andalucía, ha despertado las alarmas de la izquierda, que considera el nombramiento «una provocación a las mujeres», al considerar que una persona de convicciones antiabortistas no puede ser responsable de este área. Conviene pues analizar cuál es la realidad del aborto en Andalucía y en Córdoba. La última estadística publicada en agosto del 2019 por el Ministerio de Sanidad con los datos definitivos sobre interrupciones voluntarias del embarazo realizadas en el 2018 constatan la relajación generalizada en el uso del preservativo.

En el 2018, se realizaron en Córdoba 1.226 abortos, un 2% más que el año anterior cuando se produjeron 1.199. Casi la mitad de las mujeres que pasaron por ese trance, 550 en total, no había utilizado ningún método anticonceptivo, lo que supone un aumento de 13 puntos porcentuales respecto al 2017, cuando esta situación se dio en el 32% de los casos. Los métodos barrera, que incluyen el preservativo, el diafragma, el espermicida o el capuchón cervical, entre otros, siguen siendo los que se emplean con mayor frecuencia (397 casos) frente a métodos hormonales (220) y métodos llamados «naturales» (45), aunque su uso ha caído notablemente en solo un año.

La estadística de Córdoba refleja una realidad parecida a la del resto de Andalucía, donde se produjeron 18.170 interrupciones voluntarias del embarazo y en 7.384 casos, en torno al 41% del total, no había empleado ningún método anticonceptivo. La misma proporción se da en otras comunidades. En el País Vasco, se practicaron en el 2018 3.628 abortos y en el 45%, algo más de 1.600 casos, no habían empleado métodos anticonceptivos. En Madrid, el porcentaje se sitúa en el 43% de los abortos. De los 1.226 abortos realizados, 1.122 fueron a petición de la mujer y el resto por grave salud de la vida de la embarazada (181) o graves anomalías en el feto (66).

MENORES DE 20 AÑOS / Por edades, el número de jóvenes menores de 20 años que se sometió a un aborto supone apenas un 12% (156) mientras el 20% (248) eran mujeres de entre 20 y 24 años y el 45,7% estaban en la franja de edad de entre 25 y 34 años. La estadística revela que, de las 156 mujeres menores de 20 que abortaron en Córdoba en el 2018, el 48% (75) usaban preservativo o algún otro método barrera mientras 56 no lo utilizaba, lo que muestra que el uso de métodos anticonceptivos es mayor entre los más jóvenes. Llama la atención que la gran mayoría de las mujeres accedieron a la información para abortar a través de internet (770) mientras la información a través de los centros sanitarios públicos (232) y privados (18) fue residual.