La investigación observa que el ramo de la hostelería (hoteles, restaurantes, tabernas y bares) debe "estar encadenado en un proyecto global de ciudad hacia un turismo de altura y presentar una línea común, coordinada y atrayente". Los autores del estudio ofrecen 31 estrategias para incrementar el turismo gastronómico de Córdoba y provincia.

Entre ellas, proponen que cada ruta gastronómica tenga su propia enseña o marca y que se muestre de forma clara y señalizada; que el bus turístico de Córdoba, que empezó su servicio en abril del 2013, debería incluir algunas de las rutas gastronómicas de la provincia; o el nombramiento de los platos y recetas oficiales de Córdoba, con una señalización obligatoria en cartas de la ciudad.

En cuanto a la promoción enfocada hacia el turismo gastronómico, los profesores responsables del estudio señalan que ésta ha de venir por "una estrategia de márketing global". En este sentido destacan la creación del programa Córdoba Gastronómica en julio del 2010, pero del que "hoy día desconocemos su impacto real". Proponen una promoción de sensibilización local a través de degustaciones de productos, consolidación de cocineros de la ciudad, catas de DOP Montilla Moriles maridadas con productos de la ciudad, etc. Otra de las propuestas es que se potencie la figura del 'facilitador local', que conoce el territorio y es capaz de orientar al viajero.