El consejero de Salud y Familias, Jesús Aguirre, inistió ayer en que Andalucía es un espacio «totalmente seguro» para el turismo y está preparada para la llegada de visitantes y advirtió que a la comunidad «no le temblará la mano» si en algún momento necesita aislar un edificio, una calle, un barrio o un pueblo.

En un acto en Conil de la Frontera (Cádiz), el consejero explicó que, con un nuevo brote «intrafamiliar» de cinco positivos registrado en la zona metropolitana de Granada, ya son once los brotes activos en la comunidad. Cinco de ellos están en fase de control y los otros en fase de investigación, según el consejero, que destacó la «poca trascendencia clínica» de las 220 personas ligadas a estos brotes, en su mayoría jóvenes asintomáticos o leves.

Aguirre destacó que Andalucía cuenta con un sistema de vigilancia de coronavirus que está funcionando «de forma espectacular», lo que permite cercar la cadena de contagios.

Sobre cómo se actuará si un turista o veraneante que está en la comunidad sufre coronavirus, el consejero afirmó que los protocolos «son clarísimos» y suponen que cualquier persona a la que se le detecte tiene que pasar un periodo de aislamiento, que, en caso de no querer cumplir voluntariamente, puede requerir una orden judicial.

«No nos temblará la mano», afirmó el consejero, que expresó su preocupación por la vigilancia epidemiológica de los inmigrantes irregulares que llegan en pateras y por la posibilidad de que Marruecos abra sus fronteras y se dé comienzo a la Operación Paso del Estrecho (OPE).