El actor y director cordobés Rafael Álvarez El Brujo, que volverá a actuar en el Festival de Mérida con la obra Esquilo. Nacimiento y muerte de la tragedia, asegura que actualmente hay una sobreinformación «tan grande» que se ha perdido el significado de la información.

En una entrevista concedida a Efe, Rafael Álvarez (Lucena, 1950) afirma que en estos momentos, la «potente irrupción de la tecnología» ha producido una sobreinformación «tan grande», que se ha perdido la conexión con el significado de la información. «Los datos llegan con una rapidez vertiginosa y esto impide digerir la información y elaborar el significado», añade. Asimismo, apunta a «la ruptura con el significado de la cultura ancestral» como el problema de la cultura actual con la juventud.

En este sentido, recuerda que «cuando se pierde la huella, aparecen dos posibilidades: que irrumpa lo nuevo o que aparezca la barbarie».

Es peligroso, dice, porque a través de las redes sociales se ha producido una revolución del interés por todo, pero también la irrupción de la barbarie. El Brujo regresa al cartel del Festival Internacional de Mérida por sexta vez al participar en la representación de Esquilo. Nacimiento y muerte de la Tragedia, cinco años después de su último paso por el Teatro Romano emeritense.

En la obra que ha creado para esta edición del festival, el actor cordobés utilizará referencias a la cultura o la política actual para explicar el contenido relativo a la tragedia, como «ejemplo asequible para entender cosas más lejana». Así, subraya que no trata de analizar la tragedia desde un punto de vista cómico, sino de contar el espíritu de la tragedia con un lenguaje que utiliza el humor. «No es chiste sobre la tragedia, sino una reflexión», añade.

Rafael Álvarez asevera que el lenguaje de comediante es «necesario para que el público lo pase bien, se interese y quede enganchado con la sugerencia espiritual de la tragedia». Las tragedias griegas son «obras de artes inmensas e irrepetibles», porque forman parte de un mundo cultural que desapareció, al igual que ya no se hacen edificios como el Partenón de Atenas.

Actualmente, hay una pérdida de conexión con el mundo interior, y la tragedia griega es «una conexión con ese mundo y con las grandes preguntas, expresadas como un cuento y de manera muy especial y curiosa».

En Esquilo. Nacimiento y muerte de la tragedia, El Brujo estará solo en el escenario, como ya ha hecho en otras cuatro ocasiones, con la única compañía de Javier Alejano.

Sobre el monumento emeritense, destaca lo especial de actuar en él, porque «se han hecho muchos teatros polivalentes, que valen para todo, pero específicamente para nada». Sin embargo, apunta, los teatros romanos y griegos «son especiales por el espíritu con el que estaban hechos».

La cuarta obra del Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida tiene programadas cinco funciones en el teatro de Mérida entre hoy y el domingo.