Cuando Vega saltó al escenario el pasado 5 de octubre para cerrar su última gira, el público ignoraba que la había planteado como su última actuación en mucho tiempo. «Pero fue una noche mágica», recuerda de una velada que, sin preverlo, se convirtió en uno de sus hitos y en su primer disco en directo.

«Ahora estoy feliz y contenta, porque esa noche cambió mi vida, porque hubo compañeros y gente que me arroparon y me alzaron, que me rescataron», afirma mientras acaricia las páginas de Diario de una noche en Madrid (La Madriguera Records), grabado aquel mismo día en la madrileña sala Joy Eslava.

Mercedes Mígel (Córdoba, 1979), como se llama realmente esta artista de ya largo recorrido, echa la vista atrás para recordar los antecedentes: «El día que saqué las entradas del concierto me lo planteé como un parón donde iba a recapacitar sobre qué hacer después de muchos proyectos seguidos», cuenta sobre una información que no trascendió.

«Me preguntaba si podría seguir con La Madriguera Records sacando discos, sobre todo por el agotamiento, porque no es fácil compaginar esta carrera y una familia con una niña pequeña. He pasado épocas en las que físicamente no me encontraba bien, como cuando tuve que cancelar la gira de Non Ho L’eta (2017); también psicológicamente he pasado malos momentos en los que no me encontraba con fuerzas», relata.

Para su sorpresa, las entradas se vendieron con muchos meses de antelación y además tenía el «sí» de diversos amigos y compañeros de profesión a los que había pedido que la acompañaran en aquel concierto, como Eva Amaral, Mabü o Andrés Suárez, así que le pidió a Ezequiel González, director habitual de sus videoclips, que lo grabara en alta calidad por si acaso, para subir extractos a Youtube.

«Yo no tenía un disco en directo, porque nunca había planeado hacerlo. Ni siquiera planeé este. Desde un sello independiente y tal como me gusta a mí hacer las cosas, se me escapaba a nivel presupuestario», explica la nominada a dos Latin Grammys y compositora para otros artistas de renombre como David Bisbal o Raphael.

Tras la actuación, recibió un aluvión de peticiones para que sacara ese material, lo que exigió un mes entero solo para revisar el material y comprobar si era posible montarlo. «Fue un trabajo de chinos», apunta ante un trabajo «muy de verdad» en el que no se ha regrabado nada, «con sus virtudes y defectos».

«Hoy que lo veo terminado, le estoy agradecida al público por haberme empujado a hacerlo. Sin ellos quizás no habría tenido esto en toda mi carrera», destaca la autora de Mejor mañana, que publicó en 2018 su séptimo y último álbum de estudio, La reina pez. El resultado es un libro-disco producido por Kike Fuentes, en el que además narra los prolegómenos y pormenores de la cita e incluye hasta un currículum imaginario. «Por si algún día tuviese que dejar la música, porque todas esas cosas pasaron por mi cabeza antes del concierto», recuerda con humor negro.

Entre los momentos más destacados, su colaboración con Eva Amaral para cantar a dúo El alud, algo especial para ella no solo por su admiración hacia ella o por lo artístico («la gozamos», dice), sino por lo que representa asimismo como símbolo de cambio en la industria musical. Estará el 17 de abril en Valencia, un día después en Barcelona, el 25 de abril en Madrid (Joy Eslava) y el 8 de mayo de Córdoba (sala Hangar).