El escritor cordobés y experto en educación, Fernando Alberca, presenta su nuevo libro Pequeños grandes lectores. El autor del éxitoso Todos los niños pueden ser Einstein, llega de nuevo a las librerías con esta publicación que propone un nuevo método para potenciar la capacidad de comprensión lectora de los hijos y evitar el fracaso escolar. Las diversas actividades que presenta en este libro han resultado ser muy eficaces y han tenido efectos extraordinarios en los niños y las niñas con distintas dificultades.

-¿Qué va a encontrar el lector en su nueva publicación?

-Es un libro especial para mí. Llevo escribiéndolo veintidós años, con él en la cabeza. En primer lugar, la gente puede encontrar una reflexión sobre por qué leemos tan mal ya que solo el 6% de la población lee bien. La causa radica en la forma que hemos tenido de aprender. Lo que se enseña hoy en día es velocidad, comprensión y pronunciación pero hay ocho elementos más a los que hay que prestarle atención, que son los que analiza el libro. En la segunda parte del libro explico como aplicar esos métodos a niños de corta edad.

-¿Cuál cree que es la edad idónea para aprender a leer?

-Algunos piensan que a los dos años, otros a los tres e incluso a los cinco. He recogido las ventajas e inconvenientes de cada una de las opciones. Al final me decanto por los dos años y medio que es cuando hay que empezar con una serie de hábitos que fomenten la lectura en el hogar.

-¿Se deben utilizar herramientas diferentes si tratamos con niños y niñas con algún tipo de diversidad funcional?

-Es incluso más recomendable aplicar este tipo de métodos de lectura más pausados para los niños y las niñas que tengan cualquier tipo de dificultad lectora. Hemos probado estos métodos con niños con el síndrome de down, por ejemplo, y mejoran bastante en la lectura.

-¿Cuáles son los principales obstáculos que impiden potenciar la capacidad lectora de los menores?

-A todos los niños y las niñas les encanta leer. El afán por vivir otras vidas y aventuras va impregnado en el ser humano. Sin embargo, quien ha aprendido a leer con muchos obstáculos creen que no les gusta leer porque observan una dificultad que no se compensa con el libro.

-¿Qué cualidades debe tener un padre o madre que desee aplicar correctamente los métodos que indica en su libro?

-Lo bueno es que no tienen que ser ni muy lectores ni buenos lectores. Es cierto que si ven un ambiente de libros en casa es más fácil que aprecien los libros, pero si aprende a leer mal, no los cogerán nunca. Un padre y una madre tienen todas las cualidades, por el mero hecho de serlo, para enseñar a leer a su hijo mejor que en la escuela. La lectura debe ser más un asunto familiar que escolar.

-¿Los juegos y ejercicios que se presentan en el libro pueden llevarse a cabo por adultos que deseen mejorar también su nivel de lectura?

-Totalmente. El libro abre las dos vías, enseñar a un niño que no sabe y que un adulto aprenda en el momento que quiera. Es útil tanto para personas de setenta años, por ejemplo, que quieran retener más información como para adolescentes.

-¿Qué mejoras implantaría en el sistema educativo actual para disminuir las tasas de fracaso escolar?

-Hay cuatro retos que debemos afrontar. Primero, mejorar el aprendizaje de la lectura en primaria. En segundo lugar, motivar a los alumnos. Luego, subir la autoestima de los jóvenes y, por último, mejorar la relación afectiva entre alumno y profesorado que resulta, a veces, complicada.