Con el inicio del nuevo año llegan los propósitos para mejorar la calidad de vida, entre los que se suelen encontrar comer más sano y, si es posible, perder peso; hacer deporte; dejar de fumar; recuperar momentos de ocio, entre otros deseos, que la mayoría de veces no se cumplen por falta de voluntad u otros motivos. Entre esos objetivos está intentar perder esos dos o tres kilos que muchos cordobeses estiman que han podido ganar después de las navidades, sobre todo debido al exceso de comidas y de bebidas.

Eva Baena, dietista y nutricionista del hospital Cruz Roja Córdoba, señala que, en primer lugar, lo que hay que hacer después de los atracones navideños es volver a la rutina dietética habitual y a las recomendaciones saludables de la dieta mediterránea. Eso incluye comer entre 3 y 5 veces al día, sin saltarse el desayuno o la cena, sino incorporando los nutrientes indispensables que necesita el organismo a lo largo del día. Esta experta precisa que «si una persona suprime comidas o hace ayunos largos su cuerpo no tendrá energía suficiente para quemar nada, con lo que hay más probabilidad de que, en vez de quemar lo que hemos ingerido, el cuerpo se lo quede en forma de acumulación de grasa. De ahí, la importancia de comer cada 4 o 5 horas un producto nutricionalmente adecuado».

Eva Baena expone que el desayuno debe constar de un lácteo, de hidratos de carbono, proteínas y una grasa, mejor si es aceite de oliva virgen extra, lo que traducido al desayuno típico sería un café con leche y tostada. Dependiendo de la hora a la que se desayune y lo que quede hasta el almuerzo, a media mañana se puede tomar una pieza de fruta o un lácteo, al igual que en la merienda, mientras que en el almuerzo deben estar presentes verduras, frutas, legumbres y proteínas y en la cena, esto mismo pero de forma más ligera, de forma que si en el almuerzo se ha consumido carne o pescado, para la cena puede ser una sopa de picadillo con huevo duro o una ensalada, por poner algunos ejemplos.

Esta experta en nutrición desaconseja las dietas milagro, que se supone ayudan a perder rápidamente el peso ganado, cuando los kilos de más que ha podido engordar en Navidad una persona sana, que no padece patologías como diabetes, obesidad u otras, se pueden perder si se dejan los excesos (menos comidas y bebidas muy calóricas) y se vuelve a comer de forma adecuada y racional. Para ello, recalca que deben tomarse productos de la dieta mediterránea, compaginando esta alimentación saludable con algo de ejercicio físico, en función de las posibilidades que se tengan. Esta actividad deportiva puede consistir simplemente en caminar de forma frecuente o ir al gimnasio, además de poder practicar otros deportes, siempre que no exista contraindicación médica u otro inconveniente. Baena insiste en que no se deben hacer dietas perjudiciales, como estar una semana a piña o a alcachofa, porque también es importante comer hidratos de carbono y proteínas, así como beber litro y medio o dos litros de agua al día para ayudar a eliminar las grasas.

Recuerda que es normal coger algo de peso en navidades porque hay más días festivos, se come y se bebe más y esas bebidas no suelen causar saciedad, aunque son muy calóricas, porque, además, las de alta graduación se combinan normalmente con bebidas azucaradas. Sin embargo, defiende que, con ayuda de expertos en nutrición y con voluntad, se puede volver al peso habitual.