Alguna bofetada ocasional a un adversario superior, una colección de dignas derrotas, una semifinal que acabó en escándalo en los años del blanco y negro, el sueño de encontrarse con un grande en el sorteo... La vida del Córdoba CF en la Copa no se ha salido nunca del guion habitual de los clubs modestos. El partido del martes ante el Getafe coloca de nuevo a los blanquiverdes en un escenario que huele a oportunidad. "Me gusta este torneo", subrayó Pablo Alfaro en la ronda anterior, en la que su equipo cerró el paso al Albacete Balompié venciéndole por 1-0 en El Arcángel. Los manchegos juegan en Segunda. El cuadro azulón, liderado desde el banquillo por el carismático Pepe Bordalás, está en Primera. El Córdoba es de Segunda B, por lo que un resultado positivo le pondría en el escaparate mediático nacional. Mientras llega la cita, el cordobesismo puede acudir a uno de sus más potentes estimulantes, el buceo en la historia, para rescatar episodios que en su día alteraron -para bien o para mal- el pulso de los aficionados.

1967 | Córdoba-Athletic de Bilbao (0-1)

Se apagó la luz en El Arcángel

Nunca llegó más lejos. Nunca terminó de modo más feo. El 18 de junio de 1967, un Córdoba de Primera eliminó al Europa y al Pontevedra antes de cruzarse ante un clásico de la Copa -por entonces del Generalísimo- en la semifinal. La ida, en El Arcángel, fue de lo más extraño. El estadio no se llenó -coincidía con una corrida de toros con El Cordobés en su máximo apogeo- y el campo estaba blando porque había diluviado en las horas previas.

El equipo blanquiverde, dirigido por Marcel Domingo, presentó a García, Navarro, Simonet, Martí, Alfonso, Ricardo Costa, Benítez, Juanín, Bogado, Álvarez y Erviti. En el Athletic, digirido por un mito como Gainza, estaban Iríbar, Iñaki Sáez, Aranguren... o un tal Zorriqueta, que anotó de cabeza a los 26 minutos. Pero eso no fue lo peor. Simonet empató tras un balón rechazado por Iríbar, pero el tanto fue anulado por fuera de juego. El juez de línea se lo indicó al árbitro, Félix Birigay, que por cierto era bilbaino, residía en Alicante y pertenecía al colegio valenciano. A partir de ese instante se produjo el habitual ritual de la indignación: protestas, insultos desde la grada, lanzamiento de almohadillas... Y ahí no acabó todo.

El choque terminó con 0-1 y en el preciso instante del pitido final se apagaron las luces de El Arcángel. Así, de repente. Las instalaciones eléctricas fueron boicoteadas y aquello abrió un escenario dantesco. Hubo invasión del campo mientras los jugadores rojiblancos y el trío arbitral corrían hacia el túnel de vestuarios. Argoitia recibió un botellazo en medio de una oscuridad en la que todo el mundo corría de un lado para otro. El autocar del Athletic salió escoltado por los vehículos de la Policía Armada y el árbitro no regresó al hotel en el que estaba alojado.

Siete días después, en San Mamés, el conjunto vasco se impuso por 2-0 y selló el billete para la final. El Córdoba se quedó rumiando su derrota, pensando en una revancha en la Copa que jamás llegó. El Athletic perdió la final contra el Valencia. Y el Córdoba tardó casi un cuarto de siglo en llegar a octavos.

2001 | Mallorca-Córdoba (1-1)

Aquel gol al Mallorca de Eto'o

Comienzos del milenio, tras la salida del pozo de la Segunda B. Las ansias de reconocimiento eran brutales. El Córdoba se había mantenido con holgura y quería dar el golpe en la Copa, hacerse notar. El 19 de diciembre de 2001, el equipo blanquiverde visitaba Son Moix para medirse al Mallorca, por entonces todo un equipo de Champions con jugadores de la talla de Leo Franco, Miquel Soler, Nadal, Albert Riera, Luque, Leo Biagini o Samuel Eto'o. La ida en El Arcángel fue un 2-1 para el Córdoba de Pepe Murcia.

¿Qué ocurrió? Los cordobesistas salieron con Leiva, Velasco, Juanito, Soria, López Ramos, Platero, Rafa Moreno, Cámara, Jonathan Sesma, Sarmiento y Manolo. También actuaron Soria, Gallego y Whelliton. El internacional camerunés marcó el 1-0 a los ocho minutos. El Córdoba no se rendía. A los 56, Álvaro Cámara firmó la igualada y el meta Leiva se encargó de sellar el pase a cuartos de final con una soberbia actuación. Hubo un recibimiento apoteósico de aficionados en la estación del AVE para aclamar a los héroes de Son Moix. El momento de éxtasis fue impactante, pero...

El sorteo de cuartos de final emparejó al Córdoba con el Figueres, que era el único equipo de Segunda B que sobrevivía en el cuadro. El presidente por entonces, Rafael Gómez, se las prometía felices. La clasificación para semifinales parecía posible, probable y, para algunos, un hecho. El conjunto catalán apareció en El Arcángel y se impuso por 0-2. Se adelantó en el marcador, pero el Córdoba se encontró con un escenario ventajoso al sufrir el Figueres la expulsión de Salas a falta de media hora. Pepe Murcia metió en cancha a dos puntas, Manolo y Gallego, para buscar el empate. Y el Figueres hizo el segundo. En la vuelta se registró un empate a cero. Gómez terminó echando a Pepe Murcia para fichar a Mariano García Remón, el cuarto entrenador de un curso que inició Verdugo y siguió Crispi.

Leiva, portero del Córdoba, tras el partido en Mallorca en 2001. | CÓRDOBA

2012 | Córdoba-Barcelona (0-2)

Messi llega, marca y gana en El Arcángel

Después de cuarenta años sin cruzarse en un partido oficial ante el FC Barcelona, la escuadra culé cayó en el sorteo -un gordo de lotería en toda regla- para los blanquiverdes, que habían accedido después de aniquilar en un cruce excelente a la Real Sociedad. En la Liga las cosas no iban del todo mal, pero a Rafa Berges le pesaba ya la presión. La Copa era un paréntesis festivo en lo futbolístico y lucrativo en lo económico. Los vídeos promocionales que se lanzaron con Carlos González como protagonista -con puyas para Artur Mas, presidente de la Generalitat por entonces- aderezaron un escenario enloquecido.

12 del 12 del 12. El Córdoba mostró dignidad ante el equipo azulgrana, dirigido por el recordado Tito Vilanova, que no reservó a ninguna de sus figuras en El Arcángel. Berges alineó a Saizar, Fernández, Gaspar (Damián Petkoff, 81'), Alberto Aguilar, Fuentes, López Garai, Pedro, Caballero, Dubarbier, Fede Vico (Ayina, 87') y Rennella (Patiño, 62'), mientras que en el Barcelona formaron Pinto, Alves (Montoya, 77'), Mascherano, Piqué, Alba, Song, Thiago, Xavi, Pedro (Alexis, 66'), Villa (Tello, 83') y Messi.

A los diez minutos apareció Messi para mandar a la red un pase de Villa, que había recogido la pelota tras un rechace del larguero tras un latigazo de Thiago. El Córdoba no volvió la cara. Messi hizo el 0-2 tras una asistencia de Alexis ya en la segunda parte.

Fue un partido de récords. Resultó el más visto por televisión en la historia del Córdoba (rozó los tres millones sólo en España) y el club logró la mayor taquilla de todos los tiempos (hubo veinte mil espectadores). La recaudación exacta nunca se supo. Hubo una avería en los tornos de entrada y el asunto se descontroló. Cosas que pasan, claro. Messi se fue con la camiseta de su compatriota Dubarbier colgada al cuello. Su zamarra con el 10 se la llevó el lateral zurdo blanquiverde aquel día. En la vuelta, en el Camp Nou, se registró un 5-0.

2013 | Córdoba-Deportivo (2-2)

La tanda de penaltis más larga del mundo

El Córdoba de la 13-14 aún trataba de recuperar la imagen -y los resultados- de la época de Paco Jémez. En este curso arrancó en el cargo Pablo Villa, promocionado desde el filial. La formación cordobesa seguía una línea tibia, por lo que pretendía relanzar su energía con una buena actuación en la Copa del Rey ante un Deportivo había caído desde la Primera División y al que la Copa no parecía obsesionar demasiado. El duelo a partido único en Córdoba, que podía parecer un engorro para el Depor y un asidero emocional para los blanquiverdes, terminó deparando una batalla sin cuartel.

El Córdoba alineó a Juan Carlos, Campabadal, Fran Cruz, Bernardo Cruz, Samu, Joselu, Rafa Gálvez, Caballero, Pacheco, Uli Dávila y Strahman, saliendo después Pedro, Abel y López Silva. Bastantes no habituales, aunque menos que los que dispuso Vázquez en un Depor que formó con Fabricio, Seoane, Uxío, Álex Bergantiños, Manuel Pablo, Teles, Wilk, Juan Carlos, Bicho, Cañi y Luis, saliendo desde el banquillo Deak, Fornés y Dani Iglesias.

Carlos Caballero aprovechó un hueco en la zaga deportivista para hacer el 1-0 en el minuto 22. Uli Dávila le partió la nariz en un choque fortuito al central Uxío Marcos -que un año después ficharía por el Córdoba- y los de Villa aprovecharon la coyuntura. Tras el descanso, el meta local Juan Carlos le detuvo un penalti a su homónimo del Depor al minuto de juego, pero tres después selló el excordobesista Seoane el 1-1. La confrontación subió el tono. Las llegadas eran constantes. Luis Fernández hizo el 1-2 en el 58' y a falta de un cuarto de hora Abel rubricó el 2-2 con el que se llegó al final. Tocaba prórroga. Y penaltis. Veintiocho.

Uno de los lanzamientos de la larga tanda de penaltis ante el Depor. | SÁNCHEZ MORENO

Tras marcar el 0-1 Seoane, Abel marró el primer lanzamiento del Córdoba y aceleró el pulso a todo el mundo. Por parte deportivista lanzaron despues Juan Carlos, Wilk, Luis, Dani Iglesias (detiene Juan Carlos), Álex Bergantiños, Manuel Pablo, Fornés, Teles, Fabricio, Seoane, Juan Carlos, Wilk y Luis Fernández. En el Córdoba les tocó, tras el fallo inicial de Abel, a Caballero, López Silva, Strahman, Uli Dávila, Pedro, Samu, Fran Cruz, Bernardo Cruz, Juan Carlos, López Silva, Caballero, Strahman... y Uli Dávila. El mexicano le pegó con la zurda y envió el balón a la grada de fondo. Después de tres horas de fútbol, el Córdoba quedaba eliminado.

Con su kilométrica serie, el Córdoba CF y el Deportivo de La Coruña igualaron la tanda de penaltis más larga de la historia de la Copa del Rey, que databa del 29 de septiembre de 1987 con 28 tiros y un mismo 12-13 que dio el billete al Burgos ante el Ávila.

2016 | Málaga-Córdoba (3-4)

La mordida del perro viejo en Málaga

Los humos de la Primera División se habían disipado en vísperas de la Navidad de 2016. Al Córdoba empezaban a torcérsele las cosas en la Liga 16-17 en Segunda. A Oltra lo acababan de echar y aterrizaba en el cargo Luis Carrión, procedente del filial. El catalán debutó en Copa del Rey con un solvente e inesperado triunfo ante el Málaga, por entonces en Primera, al que doblegó por 2-0. Tenían los blanquiverdes que visitar La Rosaleda para culminar la tarea. No había demasiada presión -la Liga quemaba más- y el Córdoba se plantó en Málaga con una formación repleta de suplentes y con una dupla de ataque canosa: Piovaccari y Pedro Ríos.

Carrión presentó un once compuesto por Razak, Caro, Héctor Rodas (Luso, m. 21), Bijimine, De Los Reyes, Caballero, Edu Ramos, Guille (Moha, m. 71), Esteve Monterde (Alfaro, m. 71), Pedro Ríos y Piovaccari. Fue una gran noche para todos, con la banda sonora del aullido victorioso de dos perros viejos. El italiano y el jerezano se marcaron una actuación soberbia, firmando un doblete cada uno para ganar por 3-4.

Pedro Ríos celebra uno de sus goles ante el Málaga. | EFE

Abrió el marcador Sandro (18') y Piovaccari (27') replicó. Volvió a batir Sandro (39') a Razak y el italiano respondió con el empate (40'). Tras el intermedio, llegó el turno de solista a Pedro Ríos. Marcó el 2-3 (67') de penalti y el 3-4 en el último minuto para romper el equilibrio al que había llevado un tanto de Chory Castro. Los blanquiverdes -vestidos aquel día de amarillo fosforito- lo festejaron con rabia contenida. A Juande Ramos, técnico malaguista, le despidieron unos días después. Y en el Córdoba se reivindicó Carrión, que logró terminar la temporada salvando al equipo con cierta holgura. No fue para tirar confettis, aunque esa situación vista con la perspectiva del tiempo se podría considerar un auténtico paraíso. Dejó un récord. Nunca había eliminado en la historia de la Copa a un rival de Primera División ganándole los dos partidos.