La noche del Martes Santo se vivió en Bujalance con una gran intensidad, fuertes emociones y numerosas promesas hacia el Gran Poder en su caminar por las calles del pueblo, ya que los bujalanceños sienten gran devoción por este Jesús con su cruz a cuestas.

En Cañete, con un tiempo primaveral, a las 21.00 horas partió desde la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción la procesión de Nuestro Padre Jesús Orando en el Huerto, de la hermandad de los Negros.

En Montoro, la procesión del Cristo de la Humildad y Nuestra Señora de Consolación y Esperanza, que salieron de la parroquia del Carmen, donde la multitud se agolpaba para verlos salir.

En Pedro Abad volvió el Santísimo Cristo de la Misericordia, de la hermanda de San Juan Evangelista.