La Plataforma para la Conservación de las Aves Esteparias y sus Hábitats en Andalucía (Pcaeh) alerta de la proliferación descontrolada de plantas fotovoltaicas en la región. En una nota de prensa, considera que la mala planificación de la Administración autonómica puede poner en peligro el hábitat de las aves esteparias, muchas de ellas incluidas en las principales categorías de amenaza que contempla la normativa ambiental autonómica, nacional y europea. Este es el motivo por el que reclaman, junto con otras entidades conservacionistas, una reunión urgente con el Comisionado de Cambio Climático y Modelo Energético, así como con la Secretaria General de Medio Ambiente, Agua y Cambio Climático de la Junta de Andalucía.

Según la plataforma, más de 300 proyectos fotovoltaicos están en proceso de tramitación.

Se están promoviendo unos 13.000 MW de renovables y en un futuro próximo se podrían promover otros 11.000 MW. Estas cifras se traducen en miles de hectáreas de terrenos de tradición cerealista y de estepas leñosas, de menor valor económico que los cultivos de olivar, pistachos, almendros y otras leñosas, pero de gran valor para las aves esteparias, que se transformarán en plantas solares en breve. Aun existiendo, desde hace más de diez años, un Plan de Recuperación y Conservación de las aves esteparias, «lo cierto es que no ha conseguido revertir el declive de estas especies», aseguran.

Por ejemplo, la población de avutarda común ha caído un 15% desde el 2012 y su productividad se encuentra por debajo del rango mínimo óptimo; la alondra ricotí ha sufrido un declive del 68% desde el 2012, encontrándose al borde de la extinción; el sisón común ha sufrido un descenso de sus poblaciones del 43% entre 2010 y 2016; la ganga ortega y ganga ibérica han caído un 17% y 15% respectivamente; y por último, el cernícalo primilla ha descendido un 50% desde el 2012.

La Pcaeh está trabajando en la definición de áreas de exclusión para cambios del uso del suelo en las zonas de mayor interés para estas especies. En este sentido, «entendemos que existen determinadas zonas del agro andaluz que deben quedar, definitivamente, al margen de los proyectos solares, empezando por las Zonas de Especial Protección para las Aves (ZEPA), así como las zonas de mayor interés paras las aves esteparias (IBAS y Zaprae) y otras áreas importantes identificadas en años recientes». La Junta de Andalucía, por su lado, acaba de presentar un documento-guía para la evaluación del impacto ambiental de las plantas fotovoltaicas.