La tradicional pisa de la uva, en la que se extrae el mosto a la antigua usanza para ser ofrecido a Nuestra Señora de Las Viñas, volvió a reunir a centenares de montillanos en la Plaza de La Merced, donde la Hermandad del Señor en la Santa Cena, María Santísima de La Estrella y Nuestra Señora de Las Viñas había instalado la popular artesa junto a la conocida "iglesia chica".

Tras la Misa Flamenca que se celebró, un año más, en las Bodegas Pérez-Barquero, la Agrupación Musical La Unión de Montilla inició un pasacalles desde el parque Párroco Antonio Gómez para, posteriormente, encabezar el cortejo procesional que llevó la pequeña imagen de la Virgen de las Viñas hasta la Plaza de La Merced.

Escoltada por un gran número de jinetes, amazonas, coches de caballos y niños ataviados con trajes de flamenco que portaban canastillas de uva, la efigie de la patrona del noble gremio de la vid y el vino se ubicó en el escenario donde recibió la simbólica ofrenda del primer mosto del año, justo después de que el presidente de la Asociación de la Prensa de Córdoba, Manuel Fernández, ordenase el inicio de la vendimia.

La fiesta fue declarada de Interés Turístico Nacional en 1974, tras la celebración de dieciséis ediciones. En aquella época ya se celebraban muchas de las actividades que aún permanecen en el programa de festejos. Entre ellos destacó la segunda edición de la Cata Flamenca, que contó con las actuaciones de Antonio Mairena, Fosforito, José Menese, El Lebrijano, Camarón de la Isla, Enrique Morente o Paco de Lucía.