La gestión de la basura es algo más complejo de lo que cabe imaginarse. Así lo han entendido nuestros políticos que han sacado la cara por este tema, defendiendo posturas que no guardan relación con sus respectivos planteamientos ideológicos. El Partido Popular aboga por mantener la concesión a una empresa pública, mientras que IU y PSOE apuestan por la empresa privada y la adjudicación. ¡Esto no hay quien lo entienda!

Al final, no obstante, ha reinado la cordura y las posturas han abandonado sus planteamientos iniciales con lo que se ha conseguido un más que valioso voto unánime.

Lo que ocurre ahora es que resuelto el tema político, ahora se aprestan a protagonizar la operación económica, colgándose una medalla en el pecho que no creo que tenga ningún sentido.