Hablar de accidentes de tráfico sin hacer el esfuerzo de entender que detrás de cada número hay un rostro y una familia es tan inútil como quejarse a un guardia civil cuando te ha pillado en carretera a 160 por hora. En el primer semestre del año, se contabilizaron en las carreteras de Córdoba 672 accidentes, más de un centenar al mes, 28 a la semana, alrededor de cuatro al día. Esos 672 accidentes acabaron con la vida de 13 personas, con sus respectivas familias rotas, y dejaron en el hospital gravemente heridas a otras 34. Se trata de cifras provisionales de la Dirección General de Tráfico que revelan un ligero aumento de la siniestralidad, ya que en el mismo periodo el año pasado hubo 585 accidentes, aunque con consecuencias ligeramente menos graves.

El perfil habitual de las personas fallecidas en los accidentes fue el de un varón de unos 45 años que conducía un turismo en una carretera secundaria y que, pese a circular con el cinturón de seguridad (solo 2 de 13 no llevaban el cinturón), se distrajo y acabó saliéndose de la carretera. La mitad de los accidentes con víctimas se dan por salida de vía, frente a un 18% que se debe a una colisión fronto lateral y el 19% por alcance. El 77% de los accidentes tuvieron a un hombre como protagonista, una estadística, la del género más peligroso al volante, que se mantiene año tras año. La causa de los accidentes es múltiple, pero casi en un 20% de los registrados la velocidad inadecuada fue determinante y en un 7,4% el consumo de alcohol. Casi en el 38% de los casos, el desencadenante es una distracción.

El capítulo de distracciones (según la RAE, «cosa que atrae la atención apartándola de aquello a que está aplicada») ocupa un amplio apartado del catálogo de sanciones de la DGT, pese a lo cual siguen sucediendo.

Entre las más frecuentes, figuran las inducidas por la persona que acompaña al conductor, el uso del móvil, del GPS, el tabaco, comer, beber, maquillarse o buscar objetos por el coche mientras se conduce. Además de evitar estos comportamientos imprudentes, Tráfico recomienda realizar descansos cada dos horas para evitar la fatiga y el sueño, respetar la velocidad y mantener la distancia de seguridad.