Isabel Ambrosio concibió ayer la visita de la vicepresidenta Carmen Calvo al Ayuntamiento como «un día importante», que «abre una nueva etapa en las relaciones institucionales» entre la ciudad y el Gobierno de España, y le agradeció que «hiciera un hueco en su apretada agenda para visitar su ciudad». Una ciudad en la que la ministra egabrense encuentra ahora al frente de las instituciones a tres compañeras socialistas que conoce bien: Isabel Ambrosio en la Alcaldía; Esther Ruiz, en la delegación del Gobierno andaluz; y Rafaela Valenzuela, en la Subdelegación del Gobierno. Con ellas tomó contacto ayer, lo mismo que con Antonio Ruiz, presidente de la Diputación, y Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, delegado del Gobierno en Andalucía, que se desplazó desde Sevilla. Revuelo en el Ayuntamiento, en una mañana en la que Pedro García y Alba Doblas mantenían sus ruedas de prensa mientras que periodistas de todos los medios de comunicación se concentraban alrededor de la vicepresidenta para tomar declaraciones.

Carmen Calvo fue al grano. Insistió en que su visita era «de trabajo», pese a la «emoción» de visitar su tierra, y quiso concretar algunas promesas y compromisos, pues «la política tiene que encontrar salidas a las situaciones muy lentas y sin respuesta» que tiene Córdoba, con unos Presupuestos Generales «muy poco entendibles para una ciudad como ésta». Al PP le lanzó un aviso, que apoye los Presupuestos del 2019, que «darán una respuesta importante a Córdoba». Las preguntas de los medios se centraron en el ámbito nacional: Casado, como nuevo presidente del PP; Cataluña o la asistencia de Pedro Sánchez al Festival de Benicássim.