No es la misma Córdoba de 1984, ni hay los mismos problemas, ni los colectivos reivindicativos que querían participar en la gestión municipal (entonces casi únicamente las asociaciones vecinales) son los mismos ni se funciona igual... Tampoco estaban, por ejemplo, movimientos como los yayoflautas , la plataforma antidesahucios o los mercadillos solidarios, ni se trabajaba creando bancos de alimentos y comedores sociales o se hacía tanto hincapié en derechos sociales como el trabajo, la educación o la vivienda, que por entonces se creían consolidados.

Esta es la realidad que ha llevado a la Federación de Asociaciones Vecinales Al--Zahara a, 30 años después de aprobarse el Reglamento de Participación Ciudadana (que fue referente para el resto del país), a querer impulsar un cambio que puede ser casi revolucionario para que el sistema de participación, desde las asambleas de barrio hasta los consejos de distrito y el propio Consejo de Participación Ciudadana (CPC), el máximo órgano de participación reconocido por el Ayuntamiento, según ha informado el presidente de la federación y del CPC, José Rojas.

Así lo reconocieron en una reciente reunión el propio alcalde, José Antonio Nieto, y Rojas, quienes acordaron que los representantes vecinales llevarían un documento de partida en septiembre para empezar este proceso de reforma, para el que se busca "el mayor consenso posible de toda la ciudad", explica Rojas. De entrada, no hay ningún aspecto cerrado al debate y no puede adelantarse cómo cambiará la estructura ni si los nuevos órganos ciudadanos tendrán más o menos poder en la gestión municipal (por ejemplo, como ahora en las juntas municipales de distrito o en las preceptivas consultas al CPC sobre ordenanzas y presupuestos municipales).

Sin embargo, el camino para reformar el reglamento no parece que sea fácil ni corto. De entrada, resultará complicado elaborar un sistema que preserve la participación de asociaciones con un funcionamiento tradicional y conjugarlo con la relativa agilidad que están mostrando los nuevos colectivos , con una carácter más asambleario y una tremenda actividad a través de internet en redes sociales e impacto en la opinión pública.

CERCANOS Y LEJANOS A LA VEZ Por otro lado, también es cierto que las diferencias entre ambos colectivos y formas de entender la participación ciudadana no son insalvables: primero, porque los miembros más comprometidos de colectivos tradicionales suelen estar trabajando también con las nuevas plataformas y, en segundo término, porque muchas asociaciones clásicas han actualizado sus métodos, por ejemplo, aprovechando las nuevas tecnologías para comunicar con los asociados, realizar consultas casi al instante e, incluso, celebrar asambleas on-line .