Concluida la parada militar, en las instalaciones de la Brigada Guzmán El Bueno de Cerro Muriano el ambiente se relaja y toman el protagonismo los familiares de los integrantes del contingente, quienes, vestidos para la ocasión, intentan compartir con los soldados un rato de distensión y buenos deseos.

Juan Alonso es padre de una de las mujeres que forman parte del grupo, Judith, quien pese a llevar bastante tiempo en las Fuerzas Armadas es la primera vez que se incorpora a una misión internacional. "Es una decisión que ha tomado ella y nos parece bien, porque ella es mayorcita ya y sabe lo que hace", señala el padre, que añade que la joven tiene todo el apoyo de la familia, pero reconoce que "el pellizquillo siempre está dentro". Por su parte, su hijo mayor, Juan, también señalaba que son "seis mesesitos con el miedo en el cuerpo, por las cosas que pasan, pero también te da alegría después de haber crecido en un ambiente completamente distinto, de dictadura, ver que ahora el ejército está completamente integrado en la sociedad". Por su parte, para Judith, que lleva siete años y medio en el Ejército, es su primera misión en el exterior, ante lo que asegura sentirse "muy contenta, porque hemos tenido muy buena preparación", y señala que su marcha está sirviendo para unir más a su familia.

También irá en la expedición el cabo primero Carrillo, quien ya conoce el destino porque ha participado en misiones anteriores, por eso dice que "con paciencia se lleva bien", y añade que la vida en Líbano no es complicada, "sobre todo si se apoyan los compañeros unos en otros". Mónica es su esposa y quedará en Córdoba con sus dos hijos esperando que pasen pronto esos seis meses, y, pese a que no es la primera vez, dice que no se acostumbra y sigue pasándolo mal.

Carmen Llamas es jerezana y madre de José Luis Sotomayor, otro de los soldados expedicionarios, que también se estrena en estas lides, y aunque está "orgullosa de que se vaya, como es el más pequeño de mis hijos, pues, hombre...". Por su parte, José Luis, ajeno a todo, se muestra "con muchas ganas" e ilusionado con su marcha, una marcha que ni su novia, Cintia, ha conseguido evitar.