Ni los padres de José Bretón, imputado por el asesinato de sus hijos, ni sus hermanos respondieron ayer a las preguntas del juez, que los había citado para aclarar algunas contradicciones en las que habrían incurrido en comparecencias anteriores. Se acogieron a su derecho a no declarar por ser familiares directos del imputado y guardaron silencio. Sí tuvo que contestar su cuñado, José Ortega, único obligado a hacerlo. Y lo hizo, según explicó la abogada de la acusación particular, María del Reposo Carrero, para ratificar la primera de sus versiones: que "vio comportamientos muy extraños" en Bretón y que pensaba que "le había hecho algo a los niños", algo que negó en declaraciones posteriores. Además, Carrero aseguró que un nuevo análisis del teléfono móvil de Bretón ha revelado que su hermano Rafael lo "manipuló" para borrar llamadas de voz que "podían comprometerlo", por lo que estudiará pedir que se le impute aunque, aseguró la letrada, "el resultado final sería la absolución ya que puede hasta mentir" al tratarse de su hermano.

El silencio de los abuelos y de los tíos paternos de los niños no cogió por sorpresa, sin embargo, a la abogada de Ruth Ortiz, la madre de los pequeños. "Está claro que esta familia ha mentido mucho y no se ha atrevido ya, con las evidencias que hay, a seguir mintiendo. Ya no pueden decir que los niños no están muertos. Han hecho lo que legalmente más les conviene y han dejado solo a Ortega", reflexionó Carrero.

"LA PIEZA DEBIL" ¿Y qué dijo el cuñado? Pues según la acusación particular --el abogado defensor, José María Sánchez de Puerta, despachó a la prensa limitándose a decir que solo había declarado el que estaba obligado y que los familiares de Bretón estaban "bien pero cansados de todo esto"--, Ortega "no recordó muchas cosas para no comprometerse" pero "sí se ratificó en las primeras declaraciones". "Destrozado y visiblemente mal" --"es la pieza débil porque los demás están excluidos de posibilidad penal", según la abogada--, ayer el cuñado "volvió al inicio, y ese inicio es que vio comportamientos muy extraños de Bretón, que pensaba que le había hecho algo a los niños", incluso recordó que una noche que su cuñado se quedó a dormir en su piso antes de ser detenido "recogió los cuchillos de casa porque tenía miedo". Todo esto, explicó Carrero, no lo ratificó en posteriores declaraciones, pero ayer sí. "Entiendo que no lo hizo entonces de motu proprio, sino presionado por su mujer; además, hay conversaciones en las que Catalina le dice que no se le ocurra decir nada en contra de su hermano", sostuvo la abogada.

En cuanto al nuevo estudio del telefóno móvil de Bretón, la abogada aseguró que ya hay un informe preliminar en manos del juez en el que "se constata técnicamente" que Rafael Bretón, del que recordó que es ingeniero de Telecomunicaciones, "ha eliminado todas las llamadas de voz que le podían comprometer a su hermano" cuando, tras un primer análisis, se le dio para que lo custodiara. "No sé si voy a pedir que lo imputen porque al final lo van a absolver, pero ha manipulado el teléfono, ha ocultado pruebas y ha borrado llamadas interesantes para la investigación en contra de lo que el juez le pidió, que era la custodia del teléfono", afirmó la letrada de la acusación particular.

SOBRESEIDAS María del Reposo Carrero también informó a los medios de comunicación a las puertas de los juzgados de que se habían archivado unas diligencias abiertas, a petición suya, contra la abuela Antonia por haber presionado, supuestamente, a un testigo de malos tratos al pequeño José. El juzgado de guardia, explicó, no encontró motivos para seguir adelante.