Los sedantes que José Bretón, según la Fiscalía y la Policía, pudo suministrar a sus hijos camino de la finca de Las Quemadas "no fueron la causa de la muerte", aclaró ayer la abogada de la acusación popular, María del Reposo Carrero. "La causa no se sabe cuál es. No sabemos si los mató de un golpe, si los asfixió o si los quemó vivos en la hoguera, aunque espero que no porque el dolor sería tan insoportable que los niños hubieran despertado", reflexionó la letrada.

Carrero ha aportado al juez del caso un informe encargado a una pediatra en la que se asegura que la mezcla de Orfidal y Motivan --medicamentos que compró días antes Bretón y que la Policía no encontró-- es mortal en niños de las edades de Ruth y José, aunque para ser letal se hubiera necesitado más tiempo del que, supuestamente, se habría empleado desde que se les suministraran hasta ser expuestos a las llamas.

"Lo que está claro es que los pudiera haber sedado y la acusación quiere pensar que fuera así porque al menos los niños sufrirían menos, pero la pediatra lo único que concluye es que se puede llegar al coma, a la muerte, con una cantidad importante, aunque en este caso es imposible porque se necesitarían unas horas y está claro que no daría tiempo a que les hiciera efecto", explicó la abogada.

EL ADN Sobre el análisis que se realiza en el Instituto de Medicina Legal de Santiago de Compostela, Carrero dijo que antes de un mes se sabrá si han hallado o no el ADN de los niños, aunque, según ella, "es lo que menos importa ahora a la investigación, porque si son restos de niños y con edades comprendidas entre los dos y los seis años no creo que haya muchos niños quemados en esa hoguera".