Andalucía puede convertirse en el único fortín de la izquierda en España. La relación entre Junta y Gobierno ha vivido los últimos tres meses presa de una confrontación que aumentaba conforme se aproximaban las elecciones. Se han encontrado puntos de fricción tan importantes como el déficit público, la subasta de fármacos o las oposiciones de profesores. Esas peleas pueden quedar en nada frente a las que puede librar el futuro Gobierno andaluz con el gabinete de Rajoy. El próximo presidente deberá elaborar un nuevo presupuesto con recortes que se estiman en unos 2.000 millones de euros y, tanto PSOE como IU, se han opuesto a esas restricciones. Griñán tendió ayer la mano al diálogo con el Gobierno de España y pidió "respeto de ida vuelta". La confrontación que se avecina puede dejar en nada la que vivieron Manuel Chaves y José María Aznar.