Los precios de la tierra en España bajaron un 0,9% en términos corrientes, con lo que se rompió la tendencia alcista iniciada en 1994. Las tierras de cultivo descienden sus precios en un 1,0% y los precios de las tierras ocupadas por aprovechamientos (prados y pastos) suben el 0,3%. Las fincas que presentan descensos de precios mayores a la media son las ocupadas por los cítricos y el viñedo, mientras que suben el olivar, arroz, fresón y frutales.