Córdoba ha respondido con fuerza a la convocatoria de los padres de alumnos de la enseñanza privada y concertada y de otros colectivos sociales y sindicales para protestar en Madrid, de forma masiva, contra el proyecto de Ley Orgánica de Educación (LOE), de forma que mañana sábado partirán de la ciudad un total de 32 autobuses hacia Madrid, la mayoría fletados por los colegios privados y concertados y tres por la FAPA. Han sido meses de reuniones, de campaña por los colegios informando sobre la nueva reforma educativa, de reparto de dípticos y comunicados, como el del Consejo Diocesano de Enseñanza o del propio obispo de Córdoba, Juan José Asenjo, que finalmente se concretarán mañana con la participación de unos 2.000 cordobeses en la manifestación de Madrid.

IMPORTANTE RESPUESTA Miguel Serrano, presidente de la FAPA privada y uno de los artífices de toda la organización, se mostró ayer satisfecho de la respuesta de las familias cordobesas, lo que demuestra que esta protesta "no es una pataleta de cuatro padres y dos obispos, es algo más serio", porque, como expresan en los 12.000 dípticos que han repartido durante el fin de semana en las parroquias y en la calle, "la LOE es una ley que nos preocupa" porque "algunos de sus artículos lesionan los derechos fundamentales de los padres". Serrano señaló que junto a los padres de alumnos acudirán a Madrid un colectivo importante de profesores de centros públicos, un grupo de estudiantes universitarios de la Facultad de Ciencias, que van en uno de los autobuses de la FAPA, y también destacó la importante colaboración de la asociación Presencia Cristiana .

Otro colectivo que ha comunicado su participación en la convocatoria es la Plataforma Nacional de Asociaciones de Profesores de Informática (PNAPI), que ayer envió un comunicado explicando que el anteproyecto de la LOE, si bien crea la asignatura optativa de Informática en cuarto de ESO, "prácticamente anula la posibilidad de organizarla en los tres primeros cursos de la ESO, pues suprime toda referencia a la Informática, dejando sus contenidos como una parcela inconexa, yuxtapuesta al resto de la asignatura de tecnología, cuyo profesorado no acredita formación específica en informática". No se han adherido a la convocatoria ni las cooperativas de enseñanza, agrupadas en ACES, que son centros concertados, ni el sindicato FSIE, el más representativo en la enseñanza privada concertada.

En los dípticos informativos que los convocantes han repartido estos últimos días para dar a conocer su oposición a la LOE, se expresa que esta ley no "respeta la libertad de enseñanza, estando en peligro la continuidad de los colegios privados concertados". Además, dicen, "los padres tienen las manos atadas para elegir libremente el centro para sus hijos, ya que se impone la zona como criterio prioritario".

Otra cuestión que ha sido objeto de gran polémica es la enseñanza de Religión. Los padres entienden que el Gobierno la quiere "eliminar progresivamente, impartiéndola fuera del horario escolar y sin valor académico alguno", mientras que "se pretende imponer obligatoriamente un estilo de educación moral según la concepción ideológica y política del Gobierno, sin contar con los padres". Igualmente denuncian que no se atienden las demandas de las familias.