Los socialistas no tienen intención de obligar a renunciar a sus alcaldesas en Peñarroya-Pueblonuevo y Belmez, Luisa Ruiz y Agustina Carmona, respectivamente, tal y como lleva exigiendo desde el sábado Andrés Ocaña, coordinador provincial de la coalición, quien considera que se ha roto el pacto suscrito entre ambas formaciones al haber accedido a las alcaldías de estas localidades las candidatas del PSOE y quedarse fuera Rafael Muñoz en el primer caso, y Aurora Rubio, en el segundo, dos independientes que se presentaron bajo las siglas de IU.

El secretario provincial del PSOE, José Antonio Ruiz Almenara, afirma que "después de lo que ha sucedido en Peñarroya, donde se tuvieron que encerrar nuestros concejales porque los amigos de Rafael Muñoz no los dejaban salir y hubo insultos, intervención de la policía y declaraciones incendiarias, es imposible que el candidato de Izquierda Unida sea alcalde y nosotros no vamos a pedir la dimisión de Luisa Ruiz". Y esto mismo, con matizaciones por las circunstancias, es aplicable a la vecina localidad de Belmez.

Ambas situaciones "se plantearon como una excepcionalidad en la mesa de negociación regional" y, según Almenara, la alianza en estos dos pueblos entre las fuerzas de izquierdas "era de difícil cumplimiento y lo veníamos advirtiendo. Ocaña sabía, porque se lo habíamos dicho, que era difícil llegar a un acuerdo".

Para el responsable socialista, la "legítima designación" de Muñoz como alcaldable ha supuesto "una hipoteca para Izquierda Unida por haber provocado una fractura social con insultos y agresiones" en Peñarroya-Pueblonuevo, mientras que la candidata de Belmez "ha pasado por todos los espectros políticos y ha sido conflictiva con el PSOE".

HECHO AISLADO

No obstante, reconoce que "no estamos contentos por cómo han salido las cosas" y afirma que "le pedimos al Partido Popular que no nos votara en Peñarroya", calificando Almenara este caso como "un hecho aislado que va en contra de lo dictado por la dirección provincial".

Según declaró ayer, "no nos vamos a dejar influenciar por el ultimátum lanzado por Ocaña y me parece insólito que tanto él como la alcaldesa de Córdoba, Rosa Aguilar, puedan asumir la gestión de Rafael Muñoz".