Se ha celebrado en Córdoba un congreso de la Magistratura con el título de ‘Montesquieu vive’. Imagino que el poder judicial honrado pide libertad, con toda la razón del mundo; pero ya les digo yo que es misión imposible, mientras no tengamos un sistema político con separación de poderes en origen. 

Quede claro que sin separación de poderes no hay democracia ni Constitución y por consiguiente, no hay derechos y libertades. El sistema político que actualmente padecemos es una partitocracia que como toda oligarquía de poder, es corrupta por naturaleza propia. Y todos los que quieren hacer cambios sin cambiar el sistema político, lo que realmente quieren es que no cambie nada, porque a ellos y a los suyos les va todo lo bien que al pueblo le va mal. ¿Ok?