Elecciones

Los argentinos eligen algo más que a sus candidatos presidenciales en las primarias de este domingo

La selección de las candidaturas de los partidos actúa en Argentina cómo un test electoral a nivel nacional

Preparativos de un colegio electoral de Buenos Aires para las primarias.

Preparativos de un colegio electoral de Buenos Aires para las primarias. / Reuters

Abel Gilbert

Los argentinos revelarán este domingo a quién prefieren al frente del Gobierno que comenzará el próximo 10 de diciembre. Ese es el extraño papel que desempeñan las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO). Más que un mecanismo de selección de las candidaturas de los partidos, sus resultados serán leídos como una encuesta bastante aproximada de las intenciones de voto de cara las elecciones del 22 de octubre. El peronismo, en el poder, corre esta vez con desventaja. Su principal abanderado, Sergio Massa, es el actual ministro de Economía de un país con una inflación que supera los tres dígitos y una pobreza tan inédita como lacerante, cercana al 40%. De la mano de Cristina Fernández de Kirchner, quien con su dedo ungió a Alberto Fernández como candidato a presidente en 2019, el peronismo prometió "volver mejor". Derrotó al derechista Mauricio Macri pero, bajo el peso de la pandemia, los condicionamientos de una deuda de 45.000 millones de dólares contraída por la administración anterior y, además, sus propios yerros y trifulcas, todo ha empeorado en cuatro años. El fracaso de los Fernández ha sido estruendoso. Ellos no se hablan entre sí. Apenas mitigaron el encono para bendecir a Masa.

La ambición del ministro lo ha llevado a asumir la tarea de convencer al electorado de no inclinarse hacia la derecha, cuya candidatura dirimen el alcalde de la ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta, y Patricia Bullrich, y mucho menos al ultraderechista Javier Milei. Ellos creen que serán los depositarios de las frustraciones colectivas.

"Quiero invitarte a que el domingo vayas a votar… No somos esa sociedad fracasada de la que hablan ellos. No somos un país de mierda". La apelación de Massa buscó, a última hora, aventar el fantasma de la abstención, que perjudicaría en especial al partido oficial. "Lo que se discute en el fondo son dos modelos de país", dijo. Admitió el cúmulo de asignaturas pendientes en materia salarial y social, dejando entrever que tiene el coraje que le ha faltado al impopular Fernández.

Tensiones previas

"Estamos frente a un momento en el que tenemos que poner blanco sobre negro, y la política de seguridad no pueda estar sujeta al debate político–electoral", pidió también. Las vísperas de las PASO se tiñeron de violencia. En la pauperizada periferia bonaerense mataron a una niña de 11 años para robarle un teléfono celular cuando iba a la escuela, y a un médico en la puerta de su casa. La policía capitalina reprimió con balas de goma y palos a los usuarios de un tren que había cancelado su servicio. Organismos defensores de derechos humanos la responsabilizan además del fallecimiento de un hombre que participaba de una manifestación en la que se conminaba a no votar el domingo. El aumento del precio del dólar, que impacta en los productos de primera necesidad, con una inercia pasmosa, añadió otro barniz de tensión a las horas previas de las primarias. Tal fue la zozobra que hasta corrió el rumor de la suspensión de las PASO.

El mapa de la derecha

"El domingo hay elecciones digan lo que digan", aseguró Bullrich, una versión rioplatense de Isabel Díaz Ayuso. Su competencia con Rodríguez Larreta no estuvo exenta de rispideces. Lo que comparten Larreta y Bullrich, hace medio siglo integrante de la guerrilla peronista, es un antiperonismo cerrill y un deseo de materializar una agenda conservadora desde el minuto cero de la nueva gestión. La mano dura policial en la ciudad de Buenos Aires y la provincia de Jujuy, donde explotaron las protestas de las comunidades originarias por los intentos de privatizar el litio, son observadas como anticipos de un futuro cercano. Más allá de los incidentes, los encuestadores se inclinan a conjeturar que uno de los dos candidatos de ese espacio gobernará Argentina.

Pero los sondeos nunca son ciencia exacta, y menos en un país donde se ha forjado una tradición del equívoco. Las encuestas ubican a Milei como un serio competidor en estas PASO. El economista y candidato de La Libertad Avanza, surgido de una tertulia televisiva, es mucho más audaz que Bullrich y Rodríguez Larreta. Quiere privatizar todo, eliminar las indemnizaciones por despido, subir las tarifas, reducir impuestos y dejar que el mercado regule a la propia vida, hasta permitir la venta de órganos humanos.

La irrupción de Milei en la escena política ha tenido una fuerza revulsiva que trasciende el hecho electoral. Su candidata a vicepresidenta, Victoria Villarruel, reivindica sin rubores el accionar de la última dictadura militar (1976-83). Se ha vuelto 'natural'en los seguidores de La Libertad Avanza romper el mínimo consenso social respecto a lo sucedido en el pasado. El pasado jueves fueron arruinadas tres placas conmemorativas de estudiantes desaparecidos, con grafitis que los calificaban de terroristas. Ramiro Marra, candidato a alcalde capitalino, propuso eliminar la educación sexual en las escuelas y que los padres de los niños se suscriban a Porn Hub. La veda electoral del viernes no le impidió a Milei recibir desde Brasil el apoyo de Jair Bolsonaro. "Hola, querido Javier ", lo saludo el ex presidente, inhabilitado a ejercer cargos hasta 2030, a través de un video. "Tenemos muchas cosas en común. Nosotros defendemos la familia, la propiedad privada, el libre mercado, la libertad de expresión, el legítimo derecho a la defensa".

Los mercados atentos

Los mercados estarán muy atentos del veredicto de las urnas. Algunos analistas sostienen que un buen papel de Massa sería recibido de manera negativa. El ministro tuvo que hacer malabares para que las PASO se desarrollen sin un terremoto financiero. Doha le ha prestado a Argentina 775 millones de dólares con los que se ha pagado el vencimiento de una deuda. Massa devolverá ese dinero en noviembre cuando el FMI otorgue un desembolso pactado por 7.500 millones de dólares. Si Massa sufre una paliza este domingo, será muy difícil la continuidad como ministro y el país podría entrar en una peligrosa transición hasta octubre.