Turbulencias en la red social

Elon Musk sigue despidiendo a empleados de Twitter

El magnate prometió en noviembre que no recortaría más la plantilla de la plataforma, pero desde entonces ha realizado al menos tres rondas de despidos

Elon Musk sigue despidiendo a empleados de Twitter.

Elon Musk sigue despidiendo a empleados de Twitter.

Carles Planas Bou

Elon Musk no para de despedir a empleados de Twitter. Aunque el magnate prometió que seguiría recortando la plantilla de la red social, en la última semana ha echado a la calle a docenas de trabajadores de los departamentos de ingeniería y ventas, según ha confirmado el medio estadounidense The Verge.

El pasado octubre, Musk tomó el control de la plataforma tras adquirirla por 44.000 millones de dólares. Primero despidió a casi todos sus directivos y en pocas semanas despidió a unos dos tercios de la plantilla global de la empresa, una medida que habría afectado a unos 5.000 de los 7.500 empleados. A los que quedaron les advirtió de que tendrían que acostumbrarse a un "modo extremo de trabajo", con altas exigencias, jornadas maratonianas e incluso noches en las oficinas.

Fue entonces cuando el polémico empresario prometió a los trabajadores que quedaban en la sede de San Francisco que no habría más despidos. Sin embargo, Musk ha vuelto a incumplir su palabra. Desde el noviembre, Twitter ha llevado a cabo al menos tres rondas de recortes. El goteo de despidos ha seguido y la semana pasada afectó a un número indeterminado de miembros del equipo de ventas y marketing, según The Information.

Mal negocio

A principios de enero, el magnate echó a la calle a unos 40 ingenieros dedicados a la publicidad en Twitter. Los anuncios son la principal fuente de ingresos de la compañía, pero la llegada de Musk y los polémicos cambios que ha introducido —desde permitir el regreso de personajes radicales a dejar de moderar la desinformación sobre el covid— han ahuyentado a los mayores anunciantes, lo que ha mermado de forma importante el negocio de Twitter.

Musk ha traducido esa frustración sobre sus trabajadores y les ha dado una semana de margen para cambiar como funciona el sistema publicitario de Twitter, un plazo que muchos consideran inviable. "Creo que Twitter puede realmente mejorar la publicidad en 2-3 meses (aunque no en una semana)", tuiteó el sábado Marcin Kadluczka, el ingeniero jefe de monetización que fue despedido el viernes.

El negocio de Twitter no funciona. Musk necesita desesperadamente cambiar eso porque quiere que su inversión le sea provechosa. Sin embargo, antes tiene la obligación de pagar los intereses de los préstamos bancarios que solicitó para poder comprar la red social. Todo ello acentúa la presión sobre el magnate, que ha ido anunciando decisiones drásticas y exigiendo a sus trabajadores que realicen los cambios deseados en plazos imposibles. Si no lo logran serán despedidos. Con este tipo de liderazgo, Musk quiere catapultar Twitter. Sin embargo, con una plantilla raquítica, su funcionamiento no está haciendo más que empeorar.