El Gobierno de Sudáfrica afirmó este jueves que "todos los indicadores" apuntan a que el país "puede haber dejado atrás" el pico de su ola de contagios de la variante ómicron y anunció que eliminará el toque de queda por primera vez desde el comienzo de la pandemia de covid-19.

"El Ministerio de Salud ha registrado un 29,7 % de descenso en el número de nuevos casos (de covid-19) detectados en la semana que terminó el 25 de diciembre (en comparación con la anterior)", destacó la cartera de la Presidencia en un comunicado, emitido este jueves tras una reunión del Gabinete de Gobierno.

De acuerdo al Ejecutivo sudafricano, "todos los indicadores sugieren que el país puede haber pasado el pico de la cuarta ola a nivel nacional" y, por este motivo, se decidió flexibilizar las pocas restricciones que se mantenían en pie en el país.

"Aunque la variante ómicron es altamente transmisible, ha habido tasas más bajas de hospitalización que en las olas previas", resaltó también el Ejecutivo.

Sudáfrica, de hecho, no vio la necesidad de endurecer sus restricciones en ningún momento durante esta cuarta gran ola de infecciones, pese a los niveles récord de contagios, ya que, a nivel sanitario, la situación generada por la variante ómicron no implicó una excesiva gravedad.

La eliminación del toque de queda, que había estado vigente ininterrumpidamente con distintas fórmulas desde marzo de 2020 y que actualmente prohibía el tránsito tan solo entre la medianoche y las 4 horas (2 GMT), era una medida muy reclamada a las puertas de las celebraciones del Año Nuevo.

También se ampliaron los aforos y se suprimieron las últimas limitaciones a los horarios de venta de alcohol.

Sí se mantendrán otras medidas, como la obligatoriedad general de usar mascarillas.

Con algo más de 3,4 millones de casos acumulados y unas 91.000 muertes, Sudáfrica es el epicentro de la pandemia de covid-19 en el continente africano.

La tasa de vacunación es aún baja y solo alrededor del 27 % de la población tiene la pauta completa.

Científicos y autoridades sanitarias de este país fueron los primeros en alertar al mundo sobre la detección de ómicron a finales de noviembre pasado.

En pocos días, la nueva variante se convirtió en dominante en la nación austral y generó una rápida oleada de nuevos contagios.

Pero a diferencia de otras zonas del mundo, cuando Sudáfrica inició su ola de ómicron apenas contaba con casos de la variante delta, responsable de la curva anterior.