Los habitantes de Nueva Caledonia rechazaron este domingo la independencia del archipiélago de Francia, en un tercer referéndum marcado por el llamamiento al boicot de los independentistas y que se saldó con un desplome de la participación.

Según los resultados oficiales parciales, con el 84 % contado, el 96 % de los votantes se pronunció en contra de la independencia del archipiélago situado en el Pacífico sur, pero la participación cayó más de 30 puntos con respecto a las dos pasadas consultas -cuando había rozado el 80 %-, aunque no se han adelantado porcentajes concretos de asistencia a las urnas.

El presidente francés, Emmanuel Macron, tiene previsto hacer una valoración de esos resultados en los próximos minutos y, según fuentes gubernamentales, "dar las perspectivas" para proseguir el diálogo.

Las primeras interpretaciones apuntan a que el bajo nivel de participación supone una victoria de los independentistas, que apelan a no reconocer el resultado de esta consulta, la tercera en el archipiélago dentro del acuerdo de autodeterminación firmado en 1998.

Su llamamiento al boicot, motivado por la negativa del Gobierno francés a retrasar el referéndum pese al impacto de la covid-19, ha tenido un gran seguimiento, sobre todo en los lugares donde los kanakos, la población autóctona, es mayoritaria.

El resultado final se parece muy poco al de las dos consultas anteriores. En 2018 los "lealistas" obtuvieron un 56,67 % de los sufragios, pero su ventaja se redujo dos años más tarde al 53,26, menos de 10.000 votos de diferencia.

Un resultado que reflejaba el avance de las tesis independentistas en el archipiélago, donde controlan dos de las tres provincias en las que está dividido el territorio, 18 de los 33 municipios, el Gobierno autónomo y el Congreso.

El Gobierno francés, que solo controla en el territorio la seguridad y la justicia, ya ha hecho saber que la caída de la participación en este tercer referéndum no cuestiona el resultado, aunque apeló a tener en cuenta las tres consultas y constatar que la población está fuertemente dividida.

Fuentes del Ministerio de Ultramar indicaron que el tercer referéndum, que pone fin a los acuerdos firmados en 1998, no supone acabar con el proceso político en el archipiélago y anunciaron la apertura de negociaciones entre todas las partes.

En ese sentido, mientras que los "lealistas" piden que se abran de forma inmediata, los independentistas prefieren esperar a las presidenciales de abril próximo en Francia.