El Reino Unido y la Unión Europea alcanzaron este jueves in extremis un histórico acuerdo comercial posbrexit que, a una semana de su separación definitiva, permitirá evitar una ruptura brusca de caóticas consecuencias económicas y políticas.

"El acuerdo está hecho", tuiteó el primer ministro británico, Boris Johnson, que debía poco después comparecer para explicar los detalles. Es un acuerdo "bueno para Europa", añadió luego. El pacto finalmente será menos ambicioso de lo que la Unión Europea aspiraba, pero permitirá una relación comercial sin cuotas ni tarifas a condición de que Londres asuma reglas igualitarias en materia de competencia y otras salvaguardas.

La pesca

El acuerdo declara que las dos partes han cedido en el tema pesquero para pactar un periodo de transición de cinco años y medio. Dicho texto dibuja unas relaciones comerciales valoradas en 660.000 millones de libras al año (casi 734 millones de euros, según Johnson, que confía en que tanto ciudadanos como empresas salgan beneficiados de estas futuras relaciones.

"Hemos conseguido algo que la ciudadanía sabía que se podía hacer" pero que se algunos llegaron a dar por "imposible", ha dicho Johnson, que ha esgrimido el nuevo pacto como argumento frente a quienes pedían en estas última semanas una prórroga de la fase de transición. "Tendremos control absoluto de nuestras aguas nacionales", ha sentenciado Johnson.

Durante cinco años y medio, la UE transferirá un 25 por ciento del valor de las capturas a Reino Unido, para acto seguido renegociar anualmente las posibilidades de pesca. Johnson ha destacado que las dos partes han cedido en este punto, ya que la UE "comenzó pidiendo un periodo de transición de 14 años" y Reino Unido "quería tres años".

"Puedo garantizar a los admiradores del pescado en este país que podremos capturar y comer grandes cantidades de peces", ha dicho el 'premier' británico, que ha prometido también ayudar para modernizar la flota y compensaciones a la industria pesquera hasta que las cuotas se ajusten.

Mercado europeo

En los esfuerzos por dibujar las "nuevas relaciones" ha jugado un papel importante el comercio, si bien Reino Unido podrá seguir teniendo acceso al mercado europeo --"no va a aparecer una pila de aranceles el 1 de enero"-- mientras negocia sus propios tratados con otros socios. Johnson ha resaltado que Reino Unido ha logrado un acuerdo similar al que tiene a día de hoy Canadá con la UE.

En el tema judicial, Reino Unido se garantiza quedar al margen de las decisiones que adopte el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE), mientras que en cuestiones legislativas Johnson ha apelado también a esta misma soberanía: "Las leyes británicas serán aquellas acordadas y aprobadas por el Parlamento británico".