El coro del Ejército ruso, 64 de cuyos integrantes fallecieron ayer en aguas del mar Negro como consecuencia del accidente del Tu-154 que les llevaba a Siria, es una de las mayores instituciones de la cultura de Rusia, por lo que la tragedia ha calado hondo en los ciudadanos rusos.

El coro fue creado en 1928 por Alexander Alexandrov con la vocación de elevar la moral de las tropas en el periodo de entreguerras. También conocido como Alexandrov Ensemble en honor a su fundador, es una de las instituciones de la desaparecida Unión Soviética que aún se mantienen activas. Alexandrov gozó de una gran popularidad en su tiempo ya que escribió la música del Himno Nacional de la Unión Soviética.

Alrededor de 400 personas forman parte del coro, aunque solo medio centenar de ellos son elegidos para viajar alrededor del mundo en sus periódicas giras. El coro, formado únicamente por voces masculinas, empezó teniendo 30 integrantes y cuenta con un repertorio de más de 2.000 canciones en el que figuran desde piezas de música folklórica rusa, pasando por himnos eclesiásticos, hasta música popular. Entre sus temas más conocidos están Canto de los remeros del Volga, Katiusha, Kalinka, Ave María y Noches de Moscú. Incluso se atrevieron con temas modernos como Show must go on, de Queen.

La compañía, considerada uno de los mejores colectivos de voces masculinas del mundo, ha ofrecido conciertos por todo el mundo, incluso en zonas peligrosas como Afganistán o Chechenia. Durante la Segunda Guerra Mundial realizaron alrededor de 1.500 funciones en ambos frentes soviéticos.

En España les dio fama recientemente la jota de La Dolores. La actuación fue colgada en YouTube y se hizo viral, alcanzando rápidamente el medio millón de reproducciones, con el peculiar acento de su solista Vladislav Golikov, que proponía una interpretación poderosa cantando «a Arragón la más famosa».